Un mercado eléctrico mayorista cerca de su madurez

Nota del editor: Óscar Silva, Socio Líder, y Diego Bojórquez, consultor Senior, laboran en el área Global Strategy Group de KPMG en México. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a los autores.

(Manufactura) – El Mercado Eléctrico Mayorista lleva ya más de un año en operación. El mercado de corto plazo inició sus operaciones en enero del año pasado, y un par de subastas de largo plazo se realizaron en 2015 y 2016.

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Sin embargo, los grandes consumidores de energía aún parecen reacios al cambio ante la incertidumbre sobre la perspectiva futura de precios, a pesar, entre otras cosas, de los bajos precios que estos mercados han arrojado y el incremento sustancial en las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en los últimos meses.

Por un lado, las subastas de largo plazo en México han marcado récords históricos contra sus símiles en diferentes países del mundo, que si bien no representan un precio real de mercado al estar diseñadas para el suministro básico (hogares y pequeños comercios), sí representan un indicador importante del potencial de reducción de precios a futuro, cuando las energías limpias representen un mayor porcentaje de la capacidad instalada en el país.

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De un total de 10 países analizados que llevaron a cabo subastas de energías renovables en 2016, México alcanzó los precios más bajos para energía eólica y fue el cuarto país con precios más bajos para energía solar fotovoltaica. La siguiente gráfica muestra los precios asignados de las más recientes subastas de energía limpia en los países analizados, en USD/MWh.

Por otro lado, un mercado que ha resultado ser atractivo para grandes consumidores eléctricos es el mercado de corto plazo, cuyo precio se define de manera quinceminutal para cada uno de los más de 2,200 nodos del país.

El precio marginal local, o PML, es definido por el costo variable y de mantenimiento de la última central eléctrica en ser despachada en un nodo determinado. Las plantas más eficientes tendrán preferencia para ser despachadas antes que aquellas menos eficientes; es decir, entre mayor disponibilidad de fuentes de generación eficiente existan en una determinada zona o región, su precio marginal local será más bajo.

Durante 2016, a partir del inicio del mercado de corto plazo, el promedio de PML durante todas las horas del año resultó ser más bajo en regiones como el noreste del país, la zona centro y Baja California.

Sin embargo, el mercado de corto plazo, a pesar de ofrecer oportunidades de ahorro muy altas en ciertas regiones, es de muy alta volatilidad y requiere una estrategia específica diseñada de acuerdo con el perfil de riesgo de cada empresa.

En este mercado solo pueden participar directamente aquellas organizaciones que tengan una demanda mayor a 5 MW y consumo mínimo de 20 GWh por año, además de requerir un equipo especializado que se dedique a la compra y venta diaria de electricidad.

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Para aquellas empresas que tengan una demanda menor a 5 MW y mayor a 1 MW, o que simplemente no cuenten con las capacidades para operar en este mercado directamente, podrán optar por contratar a un suministrador calificado, quien se encargará de adquirir el total de demanda de energía del consumidor, mediante contratos de cobertura eléctrica, subastas y mercado de corto plazo.

Los beneficios económicos de una estrategia de alternativas de suministro eléctrico pueden ser muy importantes, no solamente por los bajos precios que se obtienen en estos mercados, sino también por la reciente alza en tarifas de la CFE en media y alta tensión.

A partir de agosto de 2014, cuando se aprobó la Ley de la Industria Eléctrica, y hasta enero de 2016, las tarifas de la CFE en alta y media tensión habían bajado en promedio 35% y 38%; sin embargo, de esa fecha a la actualidad se han incrementado 54% y 58% respectivamente.

México ha tomado una postura acelerada para liberalizar el mercado, por lo que su etapa de madurez se encuentra muy cercana a la de mercados internacionales. Los mercados liberalizados ofrecen grandes recompensas económicas a aquellos jugadores que los operan y aprovechan sus beneficios, dado el considerable incremento en la competencia y la reducción de precios.

Al día de hoy existe una gran cantidad de generadores privados de electricidad y suministradores calificados registrados ante la Comisión Reguladora de Energía que son capaces de satisfacer la demanda de electricidad de los consumidores, como alternativa al modelo tradicional de suministro eléctrico y como estrategia de optimización de costos.

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Para el diseño de una estrategia de consumo de energía eléctrica eficiente deben considerarse factores como los precios marginales locales vigentes en cada región donde el consumidor opera y su evolución futura, las proyecciones de crecimiento del negocio y su perfil de consumo, además de las sinergias con otros consumidores.

Será clave también entender la evolución de la oferta por tipo de tecnología y bajo estas consideraciones determinar la estrategia óptima para cada empresa/consumidor.