Faltan vías para transportar combustibles
La infraestructura energética con la que cuenta el país resulta insuficiente para asegurar la rentabilidad de las empresas a quienes se abrió el negocio de producir, importar, transportar, almacenar, distribuir y vender petróleo, gas natural, petrolíferos —como la gasolina y el diésel— y petroquímicos.
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Se estima que se requieren 6,000 millones de dólares (mdd) en los próximos cinco años para contar con una infraestructura moderna que permita abatir los costos logísticos de almacenamiento y distribución, asegura en entrevista Juan Acra López, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (Comener).
El mismo sector público reconoce que la red de ductos es limitada.
“Nuestro país cuenta básicamente con dos ductos principales. El primero conecta a Tuxpan con Tula —zona centro— y el segundo en importancia conecta a Ciudad Madero con los estados de Nuevo León, Coahuila y Chihuahua —zona norte—. Después de esto, toda la infraestructura que existe es pequeña para transportar los hidrocarburos en el país, mayoritariamente se utilizan pipas, barcos y tren”, explica Guillermo García Alcocer, presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
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Actualmente, la distribución a las diferentes entidades federativas de la República Mexicana se realiza a través de ductos secundarios vía terrestre —muchos de los cuales están fuera de operación por encontrarse en mal estado o porque han sido blanco de robos—, comenta el funcionario.
Pipas y autotanques, lo más caro
La ubicación de los ductos tiene como origen las terminales de almacenamiento y reparto primarias (TAR), ubicadas en Ciudad Madero, Tamaulipas; Tuxpan y Pajaritos, Veracruz; Salina Cruz, Oaxaca, y Dos Bocas, Tabasco.
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Además, se cuenta con las cinco terminales de operaciones marítimas y portuarias (TOMP), que se localizan en Madero, Tamaulipas; Pajaritos y Tuxpan, Veracruz; Salina Cruz, Oaxaca; y Guaymas, Sonora, cuya capacidad se complementa con las 10 Residencias de Operación Marítima y Portuaria (ROMP), que están ubicadas en la mayor parte de las entidades costeras del Pacífico.
Por lo anterior, es importante identificar esta distribución geográfica, para comprender la red de conexiones de distribución que debe establecerse en aras de dotar a las regiones alejadas de las terminales de almacenamiento, dijo el funcionario.
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Los poliductos y oleoductos, primarios y secundarios, recorren una extensión de 14,171 kilómetros a lo largo y ancho del país.
Sin embargo, a decir de Guillermo García Alcocer, es necesario ampliar esa red para disminuir los costos de distribución hacia regiones que hasta hoy han sufrido de desabasto de combustibles.
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“Lo más caro para transportar los combustibles son los autotanques o pipas. Los costos se elevan hasta 10 veces más con respecto a la distribución mediante ductos, lo que hace urgente transformar esta logística de distribución y reflejar los costos en el precio del producto”, sostuvo el funcionario.
Nuevas inversiones autorizadas
A la insuficiencia de ductos se suma la falta de terminales de almacenamiento, pues las 77 que existen trabajan a su máxima capacidad, que asciende a 14.6 millones de barriles, y cuyo contenido se distribuye a través de buquetanques, carrotanques y autotanques.
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Juan Acra López destaca que, en relación con los inventarios o la capacidad de reserva con que cuentan estas terminales, no se garantiza más allá de tres días de distribución e incluso, en algunos casos, solo alcanza para el día en curso.
Este dato es preocupante si se considera que la Agencia Internacional de Energía recomienda al menos 30 días de inventarios de gasolina, con el propósito de solventar contingencias no previsibles.
Por lo pronto, ya se han otorgado cinco autorizaciones para la construcción de terminales de almacenamiento con inversiones de 1,450 mdd.
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Asimismo, en materia de poliductos, se permitieron inversiones por 377 mdd para la construcción 2,250 kilómetros —con origen en Tuxpan y Nuevo Laredo— y con capacidad operativa de hasta 430,000 barriles diarios en conjunto, refiere la CRE.
También se han canalizado inversiones por 1,500 mdd para ampliar la red ferroviaria, con el propósito de transportar gasolina y diésel en todo el país.
Incentivo para empresas energéticas
Fernando González Piña, vicepresidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) en la zona del Valle de México, considera que el crecimiento y mejoramiento de la infraestructura nacional que permita optimizar los procesos de importación, almacenamiento y distribución de gasolinas y otros combustibles, requiere de planeación e inversiones que garanticen un mercado competido, pero sobre todo para que el consumidor tenga opciones al momento de elegir a la mejor gasolinera.
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“Existe una alta vulnerabilidad en los ductos y en las terminales de Petróleos Mexicanos (Pemex) que requiere aumentar la capacidad instalada y un mayor almacenamiento, en virtud de que ninguna empresa mexicana cuenta con ductos para comprar combustible de primera mano, es decir, en el punto de importación o de distribución (refinería o puerto), para lo cual se necesita un ducto”, comenta el empresario.
En este sentido, el vocero de Onexpo considera que el derecho a usar la infraestructura de hidrocarburos determinará el ingreso de capitales y sobre todo la competitividad que se espera para beneficiar al consumidor final.