¿Sabes cuál es la bici ideal para el DF?
En la Ciudad de México se realizan, en promedio, poco más de 100 mil trayectos diarios en bicicleta, según revela la Encuesta Origen-Destino 2007. No obstante, el uso de la bicicleta se ha popularizado a pasos agigantados durante los últimos años en el DF.
Una de las pruebas de la popularidad de andar en dos ruedas es el programa Ecobici, que cuenta con casi 17 millones de viajes —que aumentan mientras lees—, desde su lanzamiento en febrero del 2010. Tiempo en el que ha sumado más de 120 mil usuarios a la fecha.
Ante las crecientes facilidades para desplazarse en bicicleta —ciclovías, paseos dominicales, rodadas nocturnas, clubes ciclistas; sin olvidar el factores prácticos como el tránsito— que ha fomentado el gobierno de la ciudad, y que también han adoptado otros estados de la república, se ha vuelto imperativo contar con una bicicleta.
“No está padre que agarres una ‘bici’ toda manoseada o que ya se le mueve el volante. Que no es tuya. Entonces, prefieres invertir en una que no va a agarrar cualquiera”, dice Karla Castañeda, gerente general de City Bikes, un comerciante y fabricante de bicicletas urbanas.
No obstante, el problema se vuelve en decidir qué comprar. Arturo Moreno, gerente comercial de Retrobikes, otro comerciante y fabricante mexicano de bicicletas, asegura que la gran mayoría de las personas no sabe de bicicletas y toma decisiones equivocadas.
“Normalmente van a una tienda y compran lo que hay (…) El error es que compran una ‘bici’ de montaña para andar en la ciudad porque se ve padre, pero en realidad es incomodísimo”, dice.
Pero una vez superado el predicamento —de decidir cuál es la bicicleta adecuada— una persona puede invertir entre 3 mil 500 y 4 mil pesos, en promedio, en una bicicleta para andar en la ciudad con equipamiento básico.
Aunque, dicha cantidad puede aumentar en función de los accesorios hasta llegar a costar tres veces su valor inicial, dependiendo, sobre todo, de los materiales con los que se construya. Por ejemplo, un cuadro de aluminio puede costar cerca de 6 mil pesos, unas alforjas de cuero, cerca de 3 mil 800 pesos; o diseños en pintura a mano cuyo costo es de cinco mil pesos, dependiendo del diseño, la técnica y el costo de la pintura.
Hasta accesorios extraordinarios como un tráiler para niños —que va anclado a la bicicleta— cuya fabricación no es mexicana, según los comerciantes consultados, y cuyo precio ronda los cinco mil pesos.
De acuerdo con Arturo Moreno, hay quienes llegan a diseñar su propia idea de una bicicleta en cuyo caso se tiene que desarrollar un prototipo cuyo costo inicial es cercano a los 15 mil pesos, aunque una vez realizado, la reproducción del mismo es más barato.
Dicha opción es solicitada, incluso, por marcas reconocidas como Coca Cola, quienes recientemente le encargaron a Arturo el diseño de una bicicleta retro con tracción delantera y una caja especial para en la parte trasera para colocar productos cuya función es demostrativa.
Sin importar las posibilidades en el mercado, Karla Castañeda, sostiene que hay dos factores que influyen en la decisión de qué comprar y con qué equipar una bicicleta: sí es para obsequiar, los clientes buscan adornarlas lo más posible; y si es para uso personal, buscan funcionalidad acorde a sus actividades diarias.
