Producir en medio de la agitación social

Desde que se intensificaron los bloqueos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el sur del país, la productividad y las ventas de las empresas establecidas en Oaxaca han disminuido entre 70% y 80%.

“Estimamos que (las fábricas) rebasamos 4,000 millones de pesos (mdp) en pérdidas”, refiere Jesús Rodríguez Socorro, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la entidad. 

En Chiapas -el estado vecino que también desde el 15 de mayo ha padecido los estragos de las movilizaciones en contra de la reforma educativa- los cálculos preliminares de pérdidas en la industria es de aproximadamente 350 mdp. 

“Algunas empresas del sector optaron por realizar actividades de mantenimiento en esos días dada la falta de materia prima para producir”, comenta Juan Pablo Cañaveral, vicepresidente de la región sur de Canacintra. 

“Yo no hubiera pensado que viviría un episodio de caos provocado por el movimiento de maestros que afectara tanto a una empresa con 45 años en el mercado”, comenta Francisco Lazos Morales, un pequeño empresario de 72 años. 

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Este fabricante de carrocerías de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, ha sufrido repercusiones en los 60 días de bloqueos y manifestaciones magisteriales, tales como el atraso de hasta dos semanas en la adquisición de materiales, como lámina de aluminio y acero inoxidable, provenientes de Puebla y Monterrey.

Asimismo, ha visto disminuir sus ventas y reducir el uso de su capacidad productiva a 50%, por lo que tuvo que despedir a dos empleados.

Foto: Cuartoscuro

Industria de exportación en vilo

Cada día que un contenedor esté parado en el puerto de Veracruz le cuesta 4,000 dólares a Cafesca, una fábrica de café liofilizado -técnica de deshidratación con frío- ubicada en Puerto Chiapas.

Buena parte de la producción de Cafesca se exporta, pero debido a los bloqueos de la CNTE, tuvo 18 contenedores detenidos. La empresa, que factura 4 millones de dólares al mes, estuvo a punto de parar su planta por falta de combustible y de suministros. 

La logística para exportar el producto final a 30 países se ha complicado tanto, que el tiempo de entrega ha aumentado casi al doble.

“Los clientes comprenden que no es un problema de la planta, pero corremos el riesgo de perderlos. Los maestros deben entender que están afectando a otras industrias y el gobierno debe involucrarse más”, reclama Renan Chueri, gerente de Cafesca.

Despidos de personal y retrasos en las entregas

Mientras en la Ciudad de México continúa el diálogo entre las autoridades federales y la CNTE, el conflicto que ya acumula dos meses también castiga a los productores de mercancía perecedera.

Tal es el caso de Acuagranjas Dos Lagos, una productora de filete de tilapia y derivados -cuyas ventas se realizan en el mercado interno y el extranjero-, pero que debe entregar el pescado fresco en máximo cinco días o venderlo en el mercado local a precio de remate. 

Tanto el alimento de las tilapias como los materiales de empaque provienen de otros estados, por lo que han tenido que reducir la cantidad de comida suministrada, con el consecuente menor crecimiento de los peces. Gran parte del personal gerencial vive a dos horas de los tres sitios de operación, por lo que no podían llegar a su sitio de trabajo. Asimismo, la compañía tuvo que despedir a 240 empleados y reacomodar a otros 100.

“Además de los costos directos, el incumplimiento de entrega ha afectado la confianza, algunos han reducido los pedidos, otros buscaron otros proveedores. Regresar a la normalidad nos tomaría entre cinco y seis meses”, asegura Leopoldo Montoya, gerente de la empresa Acuagranjas, a la cual cada día de paro de operaciones le cuesta alrededor de 250,000 dólares.

Urge reparación de daños

En espera de que pronto llegue una solución que detenga las movilizaciones de la CNTE, Canacintra plantea al gobierno federal la urgencia de realizar un programa de reactivación económica para promover el rescate de empresas y empleos; incluso, ya hubo un acercamiento con la Secretaría de Gobernación.

“Ya de por sí la región ha sufrido cierre de empresas, los empleos han disminuido y las ventas han caído. Ahora no será fácil recuperarse de esta situación. Pedimos que se declare a Oaxaca como zona de desastre económico”, sostiene Rodríguez Socorro.

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Foto: Cuartoscuro