Digitalización y medio ambiente, retos del sector automotriz
Los nuevos retos de la industria automotriz en los próximos cinco años serán la conectividad y la digitalización, ya que se prevé una introducción más acelerada de las nuevas tecnologías en el funcionamiento de los vehículos.
Asimismo, las reglas ambientales más estrictas de los países para mitigar las emisiones contaminantes plantearán nuevos desafíos en la fabricación de automóviles más eficientes, coinciden análisis prospectivos de las empresas de consultoría Hogan Lovells y KPMG.
El avance de las tecnologías de la información facilitará que los usuarios almacenen varios datos personales en sus autos, que no sólo tengan que ver con velocidad, hábitos de manejo y ubicación geográfica, sino que también abarcarán aspectos como gustos musicales, números de cuentas bancarias y agendas de trabajo, asegura un estudio elaborado por Hogan Lovells.
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La conectividad y la digitalización todavía no desempeñan en México un papel tan importante para la industria automotriz como en el mercado europeo y el de Estados Unidos, ya que en nuestro país cuatro de cada 10 autos vendidos son compactos y subcompactos.
Sin embargo, la demanda de conectividad ya comenzó a cobrar relevancia en el mercado mexicano, refiere un análisis de KPMG.
Por consecuencia, la conectividad y la digitalización conforman la tendencia número uno que se mantendrá a nivel nacional e internacional por lo menos hasta 2025.
Vinculado con lo anterior, mercados más maduros como el de Estados Unidos han dado pasos hacia adelante en lo relativo a la protección de datos personales de los usuarios.
Pero en México, el desafío para las armadoras de vehículos será la seguridad informática y el resguardo de la información personal, ya que en nuestro país no existen reglas específicas para los autos, por lo que será necesario trabajar en la armonización del sector con lo que establece la Ley Federal de Protección de Datos Personales.
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Asimismo, refiere Hogan Lovells, será necesario que la industria automotriz en México construya un esquema de colaboración con las empresas operadoras de la red telefónica y de Internet, para articular los servicios de conectividad y digitalización, y de esta forma ofrecer un mejor trato al consumidor final.
“La industria automotriz no permanecerá como se encuentra hoy. Convertirse en un proveedor de servicios enfocado al cliente con el fin de cubrir sus necesidades actuales tiene prioridad alta. Una manera en la que los fabricantes de autos pueden agregar valor es por medio del aprovechamiento de las cantidades masivas de datos que tanto el auto como su conductor generarán”, comenta el análisis de KPMG.
En este sentido, otro de los cambios que se reforzarán en el futuro inmediato tienen que ver con las regulaciones ambientales.
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Como parte de su esfuerzo por reforzar su competitividad económica, México tendrá que articular su marco legal ambiental con las tendencias internacionales.
Un ejemplo, advierte Hogan Lovells, son las Norma Oficial Mexicana (NOM) 44 y 46, sobre calidad de los combustibles para autos pesados y ligeros, y más recientemente la NOM-016-CRE-2016 Especificaciones de calidad de los petrolíferos, que establece los nuevos parámetros de control de emisiones.
Consecuentemente, las armadoras tendrán que adoptar las normas en la fabricación de nuevos vehículos, lo que significará mayores inversiones, acota KPGM.