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¿Cómo funciona la planta de Proteak?

Proteak abrió la primera planta de MDF en el país.
jue 22 diciembre 2016 02:51 PM
madera_aserradero
madera_aserradero - (Foto: Dreamstime)

Nota del editor: Este reportajee se publicó originalmente en la  edición 251 de la revista Manufactura , correspondiente a octubre de 2016.

A una hora de Villahermosa, la capital de Tabasco, se encuentra Huimanguillo. En esta localidad, en el kilómetro 108 de la carretera Cárdenas-Raudales Malpaso, hay una planta de 30 hectáreas que produce tableros de MDF (fibras de densidad media, por sus siglas en inglés), propiedad de la empresa forestal mexicana Proteak. Es la primera de este tipo en México.

La compañía invirtió 220 millones de dólares (mdd) para la construcción de esta nave industrial, que empezó sus operaciones en febrero con una capacidad de producción de hasta 6 millones de tableros al año, que se utilizan para elaborar muebles para el hogar, la cocina y oficinas.

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Con esta fábrica, la empresa comienza a comercializar su producción de manera industrial, pues en sus inicios solo se dedicaba a plantar árboles de teca y exportar la madera a países como India, China y Vietnam.

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Los directivos de la compañía cuentan que escogieron el terreno donde se encuentra la planta por dos razones. La primera es que está cerca de sus 10,000 hectáreas de plantaciones de eucalipto, el árbol del cual obtienen la madera. La segunda, porque está próximo a un ducto de gas de Pemex del que la fábrica se abastece para generar su propia energía. Gracias a esto, llega a ahorrar hasta 30% en su consumo energético.

“Al momento en que produces tu energía con una turbina —de marca Siemens, igual a la de un avión— y es constante, el tablero sale con una mejor calidad a diferencia de la luz que recibes de la Comisión Federal de Electricidad, que altera la calidad del producto final por sus picos [cambios de voltaje]”, comenta Omar Nacif, director de Tecnotabla, la marca de tableros de Proteak.

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La estrategia de la compañía es alcanzar 40% de participación en el mercado del MDF en México, un segmento en el que compite con empresas como Masisa y Duraplay, quienes también están incursionando fuertemente en este segmento. Por su parte, Duraplay inició en 2015 la construcción de una planta en Chihuahua, y Masisa inauguró la suya en Durango en junio pasado.

Las empresas están aprovechando la oportunidad que ven para desarrollar la industria del tablero en México, donde más de 90% del MDF es importado, sobre todo de Chile y Brasil. La tendencia creciente en el uso del MDF, en muebles para oficinas y viviendas, se debe a su flexibilidad —lo que permite fabricar todo tipo de objetos con él— y su buen precio, dice Rigoberto Chávez, presidente de la Asociación de Fabricantes de Muebles de Jalisco.

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Nacif confía en liderar el sector. “En julio y agosto ya empezamos a exportar a Estados Unidos. Tenemos una oficina montada. Nuestro negocio está orientado a un tema de darle valor a la madera, porque el tablero es un commodity. El tema es qué le pones encima —explica Nacif—. Nosotros ya tenemos 20 diseños para darle este valor agregado”.

Madera en masa

Para encontrar gran parte de las plantaciones de eucalipto en Huimanguillo, hay que recorrer varias plantaciones de limones pertenecientes a la estadounidense Paramount, otros terrenos de árboles de teca de la empresa Genoveva, algunos ranchos de ganado vacuno y unas cuantas plataformas petroleras de Pemex.

Al llegar, el visitante se encuentra en medio de un mar de árboles idénticos: no es que se parezcan, es que se trata de exactamente el mismo árbol, debido a que son clones. Es aquí donde la empresa da comienzo al proceso de selección para cortar los más grandes y mandarlos a la planta.

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Una vez que los troncos llegan a la fábrica, se llevan a una máquina trituradora que los convierte en hojas de madera que pasan por una banda eléctrica, que las transporta a un silo de 10,000 m3.

“El aparato comienza a identificar el tamaño para separarlas, y las que no se utilizan se mandan al área de cogeneración, para convertirlas en energía”, comenta la guía de la planta, mientras recalca que se usa el 100% del árbol y no se desperdicia nada.

Una vez que pasa por diversos procesos de revisión de calidad, la madera se manda a una máquina caliente en la que se ‘prensa’ la fibra a 260 grados para comenzar a producir los tableros con medidas específicas.

Finalmente es conducida por un secador, se lija con una máquina que corta entre 360 y 380 m3 por día, y después llega a la etapa en donde se cubre de melanina, una especie de lámina de plástico de color o impresa. Al día, la planta produce cerca de 200 paquetes con 64 tableros de MDF.

Gran parte de las máquinas que emplea Proteak son del proveedor alemán Dieffenbacher. También cuenta con la asistencia técnica de la empresa española Financiera Maderera (Finsa).

La empresa da trabajo a cerca de 1,500 personas que laboran tanto en las plantaciones de eucalipto como en la planta. También han beneficiado a 1,000 niños en Tabasco con su programa para mejorar las condiciones de sus escuelas primarias.

La revolución del sector

Ante el potencial del mercado, Proteak ya está pensando en una segunda planta de MDF en el mismo terreno de Huimanguillo. Incluso está en conversaciones para proveer a IKEA, revela Nacif.

“La verdad, el que tiene la posibilidad de quedarse con el pastel conforme vaya creciendo somos nosotros, porque somos los únicos que tenemos la materia prima [la madera] y un negocio vertical que va desde la plantación hasta la venta”, asegura.

"Vamos a revolucionar la industria del mueble en México y transformarlo en un país productor de muebles con nuestra madera", concluye.

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