Negocio de Pepsi en México va 'fantástico', pese a Trump
Gente en todo el mundo todavía está bebiendo muchas bebidas de Pepsi.
El gigante de refrescos y gaseosas reportó ganancias para el cuarto trimestre que superaron los pronósticos, este miércoles por la mañana.
Las ventas de sus bebidas, que también incluyen al agua Aquafina y Gatorade, así como sus sodas homónimas, aumentaron notablemente en su mercado principal de América del Norte. Lo mismo ocurre con las ventas de papas fritas, pretzels y otros alimentos que forman parte de su división Frito-Lay.
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La compañía también continúa teniendo un buen desempeño en muchos mercados internacionales.
Durante una conferencia telefónica con analistas, la directora ejecutiva Indra Nooyi dijo que no creía que “las acciones políticas repercutan en el consumo de nuestros productos y no estamos viendo ningún deterioro en la actividad”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha tenido palabras duras hacia México, China, Japón y otros socios comerciales de Estados Unidos.
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Sin embargo, el director financiero, Hugh Johnston, agregó que estuvo recientemente en México y que el negocio allí "luce fantástico”.
“No hemos visto ningún impacto significativo en los negocios de algunas de las cosas que suceden en la arena política en absoluto", dijo en la conferecnia.
Johnston dijo en una entrevista con CNNMoney, después de la conferencia telefónica, que esperaba que las fuertes ventas continúen.
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“No hemos visto ninguna evidencia de que la política influya en las decisiones de los clientes”, dijo Johnston.
Crecimiento
A pesar de que Pepsi genera la mayoría de sus ventas y beneficios en Estados Unidos, la compañía tiene la esperanza de que pueda seguir creciendo a nivel internacional.
Para ello, Pepsi compró en 2011 a Wimm-Bill-Dann, un fabricante de leche, jugo y otras bebidas con sede en Moscú. Y la compañía ha seguido insistiendo en que los mercados fuera de Estados Unidos son clave para su éxito general.
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“Somos una empresa estadounidense. Somos una empresa mexicana. Somos una empresa china. Somos una empresa india. Somos una empresa rusa”, dijo Johnston a CNNMoney.
Sin embargo, esta exposición internacional tiene riesgos.
El dólar estadounidense se ha fortalecido desde la victoria de Trump. Un dólar fuerte carcome las ventas y los beneficios de empresas multinacionales como Pepsi, así como los de su archirrival Coca-Cola, que tiene una presencia aún mayor en el extranjero.
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El alza del dólar es una de las razones por las que Pepsi emitió un pronóstico algo cauteloso para el resto del año.
Johnston agregó, en la entrevista con CNNMoney, que un dólar fuerte podría ser un problema para Pepsi, pero enfatizó que la firma está haciendo todo lo posible por enfocarse en lo que puede controlar.
Esto incluye comprar materias primas a productores locales en mercados fuera de Estados Unidos cuando sea posible.
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Y Johnston dijo que no es probable que eso cambie; sin importar cualquier presión política.
Sin embargo, Johnston se apresuró a jugar la carta del empleo, al decirme que Pepsi ha creado "muchos trabajos bien pagados" en Estados Unidos; con más de 100,000 empleados que trabajan en la cadena de suministro y en funciones de servicio al cliente.
El mundo de Trump
Puede que Pepsi, al igual que muchas compañías estadounidenses, deba avanzar con cautela en el nuevo y desafiante mundo de Trump.
La compañía también podría tener que luchar contra la proliferación de noticias falsas y “hechos alternativos” que se han convertido en un problema desde la elección.
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Indra Nooyi fue el tema de una noticia falsa el año pasado que indicó que ella dijo que Pepsi no quería que los partidarios de Trump compraran sus productos. Eso fue una mentira total.
Lo que sí dijo fue que algunos empleados de Pepsi (así como sus propias hijas) estaban preocupados por Trump y por sus políticas de inmigración. Nooyi nació en India, pero es ciudadana estadounidense.
“Creo que deberíamos lamentarnos por aquellos de nosotros que apoyaron al otro bando, pero tenemos que unirnos y la vida tiene que continuar”, dijo en una conferencia del New York Times una semana después de las elecciones.
Parece que tanto Nooyi como el presidente reconocen que trabajar juntos podría tener más sentido. Nooyi es ahora una de las CEOs en el consejo asesor de Trump.
Johnston dijo que espera que su jefa enfatice a Trump que la globalización es importante; y también que recuerde al presidente que hacer más negocios en el extranjero es bueno para los trabajadores estadounidenses también.
“Nuestro objetivo es aumentar la conciencia de que hemos creado muchos buenos empleos”, dijo Johnston a CNNMoney.