Camaroneros de Texas sufren por falta de migrantes mexicanos
La flota camaronera de Texas comenzará esta semana una de las mejores temporadas de captura en las aguas del Golfo de México, pero con una grave escasez de trabajadores inmigrantes legales.
Esta situación se debe a que el Congreso federal no ha renovado el Programa de Trabajadores Retornantes H-2B, que permite traer de manera legal a trabajadores extranjeros que ya han laborado antes en Estados Unidos.
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La falta de definiciones sobre el programa ha dejado este año a los dueños de embarcaciones y procesadores de camarón con el problema de una grave falta de trabajadores.
La directora Ejecutiva de la Asociación de Camaroneros de Texas, Andrea Hance, estimó que hasta 20% de la flota camaronera en el sureste de la entidad permanecerá atracada en lugar de salir para la nueva temporada, que comienza el 15 de julio próximo.
Muchos barcos saldrán con poca tripulación, lo que significa que no podrán capturar mucho camarón, lamentó la representante.
La falta de mano de obra migrante se agrava al pronosticarse que ésta temporada será una de las mejores en años, comentó Hance en declaraciones este martes a la prensa local.
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"Todos los indicadores muestran que hay una abundancia de camarones por ahí y los precios se han mantenido bastante estables (...) éste iba a ser nuestro año", dijo la vocera.
La escasez de miembros en las tripulaciones también significa que los barcos no podrán descabezar los camarones que capturan, lo que disminuye su valor en el mercado.
Un camarón con cabeza se cotiza en alrededor de dos dólares menos por libra (.453 gramos) que los sin cabeza.
La industria camaronera de Texas lucha contra una percepción equivocada de que prefiere contratar trabajadores mexicanos con visa H-2B que a estadunidenses, solo porque son más baratos.
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Pero, la verdad es que no se puede encontrar a trabajadores estadunidenses para conformar las tripulaciones, expuso Hence.
"Cuando ponemos a una persona inexperta en un barco, probablemente haya 95% de probabilidad de que la persona renuncie en la primera semana, así que le estás pidiendo al dueño del barco que se regrese y que gaste combustible para volver”, explicó.
Por el contrario, los trabajadores mexicanos contratados con visas H-2B suelen conocer su camino alrededor de un barco de camarón, para cuando llegan aquí "estos muchachos ya están sazonados", destacó Hance.
"Ellos quieren venir y trabajar, pagan impuestos, regresan a casa y funciona muy bien”, aseguró la representante de los camaroneros.