Esta científica quiere ponerle un alto al deterioro cerebral
A partir de los 35 años el cerebro empieza a envejecer, lo que en ocasiones puede provocar enfermedades degenerativas como Alzheimer o demencia, una situación a tomar en cuenta en México ya que, según las proyecciones del Consejo nacional de Población (Conapo), hacia 2050 uno de cada cuatro mexicanos será anciano.
Mónica Andrea López Hidalgo, investigadora de la Universidad Autónoma de Querétaro, se ha dedicado a estudiar desde hace tres años el deterioro de las funciones cognitivas del cerebro humano asociado al envejecimiento.
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Derivado de sus hallazgos hasta el momento, la científica propone desarrollar un suplemento alimenticio que contribuya a detener o incluso revertir ese proceso de aletargamiento de capacidades cerebrales como la memoria, el razonamiento y el lenguaje.
Por sus méritos, López Hidalgo fue reconocida en octubre de 2017 como una de las cinco ganadoras de la becas para Mujeres en la Ciencia L'Oréal–UNESCO-AMC 2007, que promueve la participación de las féminas en la generación de conocimiento.
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En ocasión del Día Internacional de la Mujer, Mónica López comenta en entrevista que, como parte de sus trabajos de investigación, ha administrado a ratas de experimentación una sustancia conocida como D-serina, que consiste en aminoácido que ayuda al cerebro a desarrollarse y funcionar de mejor manera.
Los resultados observados hasta el momento dejan ver que las ratas que han consumido el aminoácido tienden a comportarse de manera más activa, como las ratas más jóvenes.
Lo que planea la científica —quiene es biomédica por la Benemérita Universidad de Puebla— es crear un suplemento para mejorar el desarrollo cognitivo, además de que más adelante pretende desarrollar un herramienta diagnóstica para que la gente pueda prevenir el deterioro de sus capacidades cerebrales como la atención y el aprendizaje.
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“La intención es que en un futuro exista un suplemento que ayude a las funciones de las neuronas y que permita una mejor comunicación entre ellas, que una persona de 50 años tenga el mismo desarrollo cognitivo que alguien de 18”, asegura la investigadora.
Pocos recursos para la innovación
López Hidalgo explica que de momento la propuesta del suplemento está en etapa de desarrollo, todavía lejos de llevarse a la comercialización.
Por lo general, los nuevos productos farmacéuticos tienen que ser probados en diferentes animales. Asimismo, es necesario formular un protocolo para suministrarlo experimentalmente a seres humanos y verificar los efectos colaterales. Todas estas etapas pueden tardarse por lo menos 10 años, comenta Mónica López.
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Actualmente, la científica tiene en curso de trámite un registro de patente relacionado con el suplemento alimenticio.
En relación con las facilidades que ofrece México para impulsar la ciencia, Mónica López refiere que uno de los ‘talones de Aquiles’ es el financiamiento, ya que los fondos asignados no representan ni 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
“El presupuesto no alcanza. Uno como científico tiene que estar en la búsqueda de becas para financiar su trabajo. Cuando se trata de ciencia, el Gobierno mexicano hace lo opuesto a países como Alemania, pues olvida que con la ciencia podemos salir adelante”, lamenta López Hidalgo.
Mujeres en la ciencia
Datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) refieren que en México existen 25,000 científicos registrados, 36% de los cuales son mujeres mientras que la mayoría son hombres.
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Una de las razones por las cuales la proporción de mujeres científicas es menor que la de los hombres es la falta de apoyos económicos y las dificultades para conciliar la vida profesional con la personal, refiere López Hidalgo.
“Creo que algo que hace falta es facilitar el camino a las mujeres, la ciencia es muy demandante y a veces parece que para realizarse en este ámbito una tiene que sacrificar la vida personal, no debe de ser así”, concluye la científica.