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Carpi Juárez es el taller donde se fabrica la cruz de Jesús en Iztapalapa

La producción comienza en enero con la preparación de la madera y la entrega es el 19 de marzo.
mié 28 marzo 2018 09:06 AM

El taller que fabrica la cruz de Jesús

Cruz 1

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Cruz 2

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Cruz 3

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Cruz 4

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El carpintero Ángel Juárez tiene 55 años de edad, pero 35 de años de su vida los ha pasado como el fabricante de la cruz de 100 kilos en promedio, que cada año se usa en la representación del Viacrucis de Iztapalapa.

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Con orgullo recuerda a su padre, de quien heredó no sólo el nombre sino la tradición de proveer a los actores que representan a Jesús de Nazaret y que año con año cargan la cruz a lo largo del Cerro de la Estrella desde hace 42 años.

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Recordó que, cuando tenía 13 años, uno de los amigos de su padre pidió hacer una cruz para su hijo que en ese entonces desempeñó el papel de Jesús. Así pasaron tres años hasta que ese joven dejó de representar al papel principal, pero el Comité Organizador de la representación se acercó a la familia Juárez para pedirle que continuara con la fabricación de las cruces.

En un principio, las cruces carecían de estándares de dimensiones; además, la familia sólo donaba la mano de obra pero, desde hace 20 años, se hace cargo de todos los gastos de fabricación, los cuales oscilan en 7,000 pesos. Las cruces se hacen en el taller “Carpi Juárez”, en la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México.

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“Ese fue el legado que dejó mi padre, que murió hace tres años, dos semanas antes de que fuera Semana Santa”, recordó Ángel Juárez, al comentar que, en los últimos años de vida, su padre se dedicaba a verificar la calidad de las cruces.

Materia prima de Michoacán

Sobre la producción, el carpintero explica que la dimensión de la viga más larga es de 6 metros con 10 centímetros, en tanto que la medida del travesaño se estima conforme a la estatura del actor, por lo que varía entre 3.3 metros y 3.6 metros.

En tanto, el grosor es de nueve centímetros y el ancho de 20 centímetros. En promedio, la cruz puede llegar a pesar entre 90 y 110 kilos, “en este caso tuvo suerte el muchacho de este año porque pesa entre 90 y 91 kilos”, comentó el fabricante.

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En cuanto a los tallados que llevan las cruces, son los actores que representan a Jesús de Nazaret quienes los eligen. De esta forma, hay tallados rústicos, chuleado, golpeado, de cocol y de palma, pero la de este año es de tipo rústico.

Ángel Juárez comentó que, la primera semana de enero, un amigo de la familia lleva la madera para hacer la cruz desde un aserradero de Michoacán. Asimismo, él es quien hace el cáliz y lleva cuatro o cinco vigas las cuales son seleccionadas para largueros y travesaños, mismos que se dejan al sol un buen tiempo.

“Que le echen ganas” los actores

Más adelante, hasta la primera semana de marzo, se comienza a trabajar la madera que dará forma a las cruces, aunque se deja más larga de lo que será al final para conocer las medidas del actor y el tipo de labrado que elegirá.

Posteriormente, se hacen los orificios en los que van las mancuernas, en tanto que el pie es colocado casi en Viernes Santo. El 19 de marzo se entrega de manera simbólica la cruz a quienes representan a Jesús.

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“Estaba contento, la vio y preguntó si pesaba mucho. Una de las cruces, la de hace dos años estaba más pesada, pesaba 112 kilogramos (…). Yo solo les pido que le echen ganas, que tengan fé, nada más veo cuando las sostienen y ya veo si llegan o no. Los veo si van frescos o no, a veces otros ponen cara de que no, pero todos llegan gracias a Dios”, comenta el fabricante sobre la interacción de los actores con su cruz.

Ángel Juárez asume con orgullo la tarea de fabricar la cruz y, aún cuando sus hijos no muestran interés por aprender el oficio de carpintería, sí espera que continúen con la tradición de proveer la cruz.

“Es un privilegio hacerlo, es una gracia de Dios. Nunca la buscamos, llegó solita, se dio y se conserva, es un privilegio y un gusto hacerlo. Sobre todo, porque estamos colaborando con una tradición que es del pueblo de Iztapalapa, que es muy bonita y se hace con mucho fervor, la gente va gustosa a ver la crucifixión”, concluyó el carpintero.

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