El hampa castiga a la industria mexicana
El cese de operaciones que anunció Lala en el estado de Tamaulipas se suma a una larga lista de golpes que la delincuencia organizada ha asestado a la industria mexicana en diversas entidades del país y que, en el último sexenio, ha provocado daños a las propiedades, pérdidas económicas, despidos de personal y cierre de instalaciones.
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El pasado 2 de mayo, la violencia al sur de Tamaulipas alcanzó a una camioneta de la empresa lechera Lala, la cual fue incendiada. Al día siguiente, la compañía cerró su centro de distribución ubicado en la carretera tamaulipeca El Mante-Ciudad Valles.
Pero este miércoles, 20 días después del incidente, la noticia se hizo pública por el diario Reforma y confirmada por Grupo Lala, lo que hace recordar los llamados de auxilio que en varias ocasiones ha expresado la iniciativa privada.
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En febrero, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reportó que cuatro de cada 10 de sus empresas afiliadas han sido víctimas de algún delito y que además enfrentaron hechos de corrupción al realizar trámites públicos, esto con datos a 2017.
Tamaulipas estaba entre los punteros con el mayor porcentaje de empresas afectadas (50.4%).
Sabritas
En mayo de 2012, grupos de hombres armados incendiaron aproximadamente 37 vehículos que se encontraban resguardados en bodegas de la empresa Sabritas en las ciudades de Lázaro Cárdenas, Apatzingán y Uruapan, Michoacán. El grupo delictivo conocido como Los Caballeros Templarios se atribuyó el ataque.
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Asimismo, Sabritas —subsidiaria de la multinacional PepsiCo— también reportó daños en sus instalaciones de Salvatierra y Celaya, Guanajuato, pero la empresa mantuvo operaciones en ambos estados.
Danone
La violencia en Michoacán y la amenaza de los Caballeros Templarios con el empresariado provocaron que, en 2013, el fabricante de yogurt Danone y la farmacéutica Grupo Casa Saba se mudaran a los estados de Querétaro y Jalisco, respectivamente.
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Según el análisis de Coparmex, 39.3% de las empresas establecidas en Michoacán han sido amedrentadas por el crimen organizado. Sin embargo, en los otros estados el índice de criminalidad es también desalentador.
Coca-Cola
El pasado viernes 18 de mayo, la empresa embotelladora Coca-Cola Femsa anunció la suspensión de operaciones de manera indefinida en Ciudad Altamirano, Guerrero, ante las constantes amenazas y agresiones que recibían sus operarios, a cargo del crimen organizado.
Guerrero es de los estados más afectados por la ola delictiva, donde 58.3% de las empresas han sido víctimas de la violencia, según los reportes de Coparmex.
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En 2014, la misma compañía había anunciado el cierre temporal de instalaciones en el municipio de Arcelia, Guerrero, luego de que cuatro de sus camiones fueran retenidos e incendiados. Al año siguiente, la empresa cerró definitivamente esas instalaciones: más de 120 trabajadores fueron liquidados.
