Autos chocolate conquistan el mercado mexicano
Tereso Márquez se dedica a la venta de autos usados importados desde hace 50 años. Su trabajo diario es buscar y comprar vehículos de segunda mano en subastas electrónicas y trasladarlos de Estados Unidos a México, rodando o en madrinas que le cobran 150 dólares desde Los Ángeles, por ejemplo.
Márquez es uno de los 200 importadores establecidos en Mexicali que ‘sobrevivieron’ al “Decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados”. Actualmente, cruza hasta 20 vehículos al mes por su cuenta --con su registro en el padrón de importadores-- y completa su oferta con algunos otros modelos que pasa a través de las cinco empresas amparadas ante dicho Decreto.
Pese al cobro de comisiones -que van de 600 a 1,000 dólares-, Márquez considera que importar autos aún es negocio. Las estadísticas lo corroboran: en 2012 se cruzaron más de medio millón de autos usados y la Asociación Mexicana de Distribuidores y Automotores (AMDA) estima que 2013 cerrará con más de 600,000 unidades usadas importadas.
En el caso de Mexicali, la clase media es la principal consumidora de modelos de segunda mano provenientes de EU. “Son consumidores que buscan satisfacer una necesidad de movilidad con una opción barata y funcional”, explicó Jorge Cervantes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mexicali (Canaco).
Durante un recorrido por lotes de Mexicali se observaron diversos modelos, por ejemplo, un Honda CR-V año 2001, automático, con aire acondicionado y bolsas de aire, en 5,550 dólares (71,595 pesos aproximadamente). También hay modelos más recientes: un Honda Civic 2007 en 6,900 dólares, una Chrysler Voyager 2002 en 4,850 dólares o una Toyota Tacoma 2005 en 10,500 dólares. Algunos hasta se ofrecen con garantía en motor, aire acondicionado y transmisión.
En México no se comercializan autos nuevos por menos de 90,000 pesos. Las opciones más económicas de Ford, General Motors, Nissan, Volkswagen y Dodge oscilan entre 99,700 y 150,000 pesos. El Chevrolet Matiz cuesta 99,700 al contado, el Ford Ikon Hatch está en 144,300, el Nuevo Gol CL cuesta 150,400 al contado; el Nissan March, 120,000, y el i10 cuesta 118,000 pesos, según las listas de precios de las armadoras.
A las puertas de algunos lotes, Manufactura hizo un sondeo entre los paseantes.
-¿Ha comprado un auto usado importado?
-Sí.
-¿Volvería a comprar otro?
-Sí, porque son más baratos y están muy bien en cuanto a maquinaria, carrocería y año, dijo Silvia Herrera, maestra jubilada de 51 años.
El precio es la principal razón por la que la gente entrevistada adquiere un usado importado: considera que por ese desembolso obtiene un mejor vehículo.
Un golpe a la industria automotriz
Para los fabricantes y distribuidores de autos nuevos establecidos en México, limitar la entrada de vehículos usados importados es clave reactivar el ciclo de renovación vehicular. “La principal causa de la caída en la demanda interna es la oferta de autos usados importados, debido a que generan una sobreoferta en el parque vehicular depreciando todos los vehículos, haciendo más difícil la renovación vehicular”, detalló Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Según datos de la AMIA y la AMDA, el potencial del mercado mexicano es de 900,000 unidades adicionales a lo que se vende hoy. Y que esto podría lograrse si se dejaran de importar autos usados. Pero Manuel Valencia, catedrático de Negocios en el Tecnológico de Monterrey, señala que para incrementar la venta de vehículos nuevos habría que concentrarse en aumentar el poder adquisitivo de la población, las posibilidades de financiamiento y ofrecer autos nuevos con precios más competitivos.
En México, el poder adquisitivo cayó 45.11% en los últimos seis años, ocasionando la contracción constante del mercado interno, según el estudio “Los Salarios en México”, de la fundación Friedrich Ebert Stiftung.
Si mejora la economía se generará crecimiento en las ventas de bienes de consumo, incluyendo los durables, como automóviles, dijo Luis Gabriel Zaldívar, director del departamento de Mercadotecnia y Negocios Internacionales de Tecnológico de Monterrey. También es importante impulsar el crédito, agrega. “Las instituciones financieras sólo otorgan créditos a clientes que garanticen el pago del mismo mediante un salario fijo, por ejemplo. De entrada, esto deja fuera a las 28.9 millones de personas que actualmente trabajan en la informalidad”.
Se estima que las ventas de autos nuevos podrían incrementar hasta 20% si se flexibilizan los requisitos para obtener financiamiento, según el estudio “El mercado de automóviles en México. El tamaño potencial del mercado de vehículos ligeros nuevos”, elaborado por AT Kearney, lo cual podría ocurrir en el mediano plazo si se aprueban algunas modificaciones planteadas en la reforma financiera relacionadas con la recuperación de la prenda.
Mientras este tipo de opciones llegan al mercado mexicano, todo apunta a que los autos usados importados continuarán atendiendo a un nicho de consumidores que buscan vehículos funcionales y a precios competitivos. Se espera que en 2013 se vendan otros 600,000 autos usados importados, 90% de los cuales podrían entrar vía los amparos otorgados contra el Decreto de 2011.