El año 2006 se ha convertido en una obsesión para la industria automotriz de nuestro país, ya que en ese periodo se alcanzó el máximo histórico en ventas, alcanzando la ya muy conocida cifra de un 1,039,000 unidades vendidas en el lapso de enero-diciembre de aquél entonces.
2014 puede estar muy cerca de alcanzar esa cifra, debido a que el acumulado de ventas a noviembre alcanzó la nada despreciable cifra de un 1,002,000 unidades nuevas vendidas, por lo que de tener un buen mes de ventas en diciembre, la industria nacional puede estar muy cerca de alcanzar el récord histórico.
Esto nos invita a revisar, con más detalle, cómo es que la industria automotriz, en un año que para muchos ha sido muy complicado, está creciendo 6.2% hasta noviembre, muy por encima del crecimiento del país, que para este año se coloca por debajo de 3% y sobre todo ha mantenido un fuerte crecimiento de doble dígito en el segundo semestre (julio 11%, agosto 17.6%, septiembre 13.7%, octubre 14.3% y noviembre 11.2%).
Encontramos datos que nos permiten entender mejor este comportamiento, ya que por un lado podemos ver en una gráfica realizada por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en donde compara la inflación del país contra la inflación en los precios de los vehículos al público, estos últimos se han mantenido prácticamente sin cambio, mientras la inflación ha alcanzado niveles superiores a 4%, lo que nos indica que la industria ha mantenido un sacrificio en los precios al público de los vehículos automotores, por lo que con ello se ha logrado alentar la demanda de los mismos.
Los incentivos en la industria automotriz se traducen en descuentos en efectivo (pago de seguros de cobertura amplia, subsidios en el costo de los créditos al ofrecer tasas preferenciales) entre otros, lo que al final se traducen en menores ganancias para las armadoras y sus distribuidores.
Un dato que muestra el enorme costo de ventas para las armadoras, es el relacionado al financiamiento de vehículos, ya que si comparamos el nivel de colocación de créditos automotrices de 2013 versus 2014, nos podemos dar cuenta que la colocación de créditos por parte de las financieras de marca (es decir, de las propias armadoras), en comparación con la banca comercial, las primeras han logrado una penetración mucho más grande, debido a que para hacer efectivos los incentivos se requiere contratar el crédito con la financiera de la propia armadora; así mientras en 2013 la banca comercial representaba 35.4% en el total de créditos otorgados, para 2014 este porcentaje se redujo a 28.2%, mientras que las financieras de marca pasaron de 57.1% en 2013 a 64.9% este año.
Con esta gran cantidad de estímulos más, la presión que podría ejercer el tipo de cambio con respecto a la divisa norteamericana, si ésta se mantiene en los niveles actuales por un periodo de tres meses, podría generar que en 2015 la industria sufra una contracción, ya que será imposible mantener el nivel de alicientes actual.
Colocar grandes cantidades de vehículos con una agresiva estrategia de incentivos es muy nocivo para la industria, ya hemos sido testigos en años anteriores que las guerras de estímulos, motivadas por mantener la penetración de mercado en las marcas automotrices, lo único que han generado son crisis financieras a las empresas que deciden apostar por mantener sus porcentajes de penetración antes de ser rentables, por lo que 2015 comenzará con enormes retos para quienes deben tomar decisiones comerciales, que por un lado recibirán presión de sus armadoras de crecer en número de unidades colocadas y, por el otro lado, sus áreas financieras recibirán presión por dar rentabilidad.
