Con la caída de la producción de vehículos en Brasil, México sería el líder en producción en América Latina.
A lo largo de este año hemos sido testigos de un gran crecimiento de la producción de vehículos en nuestro país, debido a la estabilidad de la planta productiva nacional. Por una parte, las automotrices americanas han tenido una fuerte demanda de los productos por el buen año que reporta el sector, en lo que corresponde a las ventas en los EU. Además, las japonesas que también lograron grandes exportaciones hacia la Unión Americana, han incrementado su capacidad instalada, con Aguascalientes II de Nissan, además de Mazda y Honda con el inicio de producción en Guanajuato y, por último, Volkswagen, que si bien no ha tenido buenos resultados en los años recientes en cuanto ventas en EU, si ha incrementado su producción local, principalmente por el fortalecimiento de su capacidad instalada en Puebla, debido a la producción del nuevo Golf.
En contraste, podemos observar que Brasil ha tenido un año difícil en producción y en ventas, lo que colocará a México como líder en producción y exportación en América Latina en 2014, un hecho que se está anticipando, ya que esto se pronosticaba que sucedería hasta el próximo año, con la apertura de la planta de Audi.
El liderazgo de México seguramente será dado a conocer con cifras finales a comienzo de 2015; esto causará revuelo alrededor del mundo y el Gobierno Federal también aprovechará para mandar los mensajes correspondientes, sobre que la mejor economía en América Latina es la mexicana y seguramente dirán que como muestra de ello, ahí tienen a la industria automotriz.
Veremos esta noticia, con bombo y platillo, al inicio de 2015. Provocará una fuerte tensión entre las armadoras en nuestro país y la Secretaría de Economía, debido a que si era de esperarse que el gobierno brasileño no cumpliera su palabra de reabrir el libre comercio de vehículos como parte del Acuerdo Comercial ACE55 para el próximo año, ahora es seguro que esto no suceda, debido a las condiciones que se encuentra el sector en aquel país y con toda seguridad el equipo económico de la presidenta Dilma Rousseff, en apoyo a las empresas instaladas allá, acordará con ellos que no se reabrirá el libre comercio con México, ya que tanto ella como las propias armadoras en Brasil saben que su alto costo y poca productividad los ponen en desventaja con los buenos costos de sus contrapartes en mexicanas, en donde existen productos con mejores tecnologías y aprecios más competitivos.
El problema repercutirá, de inmediato, en que tampoco se mejoren las condiciones con Argentina, que también suspendió el libre comercio de vehículos con México, pocos meses después que Brasil y que se encuentra en condiciones económicas mas graves aún.
Entonces el tema se centrará en el reparto de los cupos que se logren negociar con ambas naciones y en donde hay más actores interesados por exportar que en 2012, cuando se detonó esta crisis comercial, misma que no se ha podido solucionar en los últimos tres años y que seguramente no se solucionará en los próximos meses.
Dicho lo anterior, toda la discusión se centrará en las siguientes preguntas: ¿Quiénes serán los ganadores y quiénes los perdedores en el tema de los cupos? El gobierno federal deberá decidir si apoya a los que recientemente han traído nuevas inversiones, como es el caso de Nissan, Mazda y Honda, que cuando negociaron la instalación de sus plantas productivas en México habían pronosticado que el libre comercio con Brasil era uno de los elementos clave para llegar al país.
Sin embargo, Chrysler, Ford y GM también necesitan tener mejores alternativas de exportación a Brasil y lucharán por mejores cupos que los otorgados en años anteriores. Así, Sudamérica será uno de los temas clave en la agenda automotriz en 2015, una situación compleja por donde se vea.
*Director ejecutivo de Fondo Unido México, catedrático RRPP y comunicación estratégica en el ITESM. Especialista en la industria automotriz.