Se defienden importadores de autos usados
La Federación de Asociaciones de Vendedores de Autos y Camiones Usados de la Franja Fronteriza (Facaf) calificó de calumnias las recientes acusaciones hechas por representantes de la industria automotriz, a quienes les pidió pruebas de las supuestas irregularidades para introducir ese tipo de unidades a México.
Asimismo, consideró que la importación de autos no es tan elevada en relación con la alta demanda que existe y que, en todo caso, los mayores obstáculos para su actividad están en las aduanas fronterizas.
Al emitir un comunicado para responder a los señalamientos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), el presidente de la Facaf, Daniel Cereceres Rosales, aseguró que los vendedores e importadores de autos usados no son delincuentes.
“Aceptamos que entre quienes nos dedicamos a esta lícita actividad puede haber, como en cualquier otra, algún transgresor de la ley”, pero no por eso tendríamos el derecho de señalar a todos como delincuentes, comentó Cereceres Rosales.
Evasión de impuestos
Este lunes, la AMDA y la AMIA denunciaron que se han importado autos “chocolate” a México mediante la expedición de facturas apócrifas que declaran un precio menor a lo establecido por el mercado. En el primer trimestre las compras de vehículos usados de Estados Unidos creció 19%.
Los industriales incluso estimaron que la Secretaría de Hacienda deja de captar aproximadamente 491.5 millones de impuestos por este tipo de estrategias evasivas.
Servicio para los que menos tienen
El directivo de la Facaf recordó que los vehículos usados de importación los adquieren personas que de momento no pueden comprar un automóvil nuevo, por no ser susceptibles de crédito.
Describió que estos clientes “viven en la frontera o son paisanos que regresan a México y que todavía no tienen trabajo o negocio estable”.
Afirmó que a todos los mexicanos les gustaría poseer un vehículo nuevo, pero mientras tanto deben esperan a que se les considere o exista una solución legal a las barreras arancelarias y no arancelarias establecidas para esta actividad.
Asimismo, se agrega el hecho de que existen mayores obstáculos en las aduanas “para restringir arbitrariamente y fuera de la ley la importación de vehículos usados, violentando leyes y derechos de los usuarios”, acusó Cereceres Rosales.
El empresario exhortó a las involucrados a encontrar juntos una forma de regular la actividad “equitativamente, por medio de las mesas de trabajo que hemos promovido durante años, y que todos salgamos beneficiados llegando a acuerdos previstos en nuestras leyes”.