CIUDAD DE MÉXICO.- La armadora japonesa Toyota acepta que un eventual arancel de Estados Unidos de 25% a los autos importados provocará inevitablemente un aumento en los precios de los vehículos extranjeros que se venden en dicho mercado.
En un encuentro con reporteros, Tom Sullivan, presidente de Toyota Motor Sales de México, aceptó que dicha posibilidad constituye uno de los riesgos que la empresa vislumbra en el corto plazo para su negocio.
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“Existe cierta preocupación sobre los aranceles en Estados Unidos. Se espera que el Gobierno tome las mejores decisiones”, aseguró el Ejecutivo.
Este fin de semana, el Departamento de Comercio de Estados Unidos entregó el documento con los resultados de una investigación que comenzó desde mayo de 2018, para evaluar en qué medida la internación de vehículos extranjeros al mercado norteamericano constituye un riesgo para la seguridad nacional.
Antesala de una guerra comercial
Dicho supuesto se encuentra en una regulación de dicho país conocida como sección 232. Al respecto, la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora reconoció a principios de esta semana que existe el riesgo de que el Gobierno de dicho país declare la necesidad de gravar a los autos importados.
Sin embargo, en opinión de la funcionaria, esta medida sería una decisión unilateral comercialmente injustificable y arbitraria, ya que la industria automotriz norteamericana no atraviesa por ninguna emergencia.
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Tom Sullivan refirió ante la prensa que si Estados Unidos aplica los aranceles, los gobiernos de los países productores de automóviles aplicarán una medida espejo que provocará una escalada de precios a nivel mundial.
Esta misma semana, la calificadora Moody’s calculó en 500,000 millones de dólares (mdd) el daño económico que causarán los posibles aranceles de Estados Unidos a los vehículos importados, lo que considera tanto los gravámenes de 25% como las medidas de represalia de los países productores.