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Así se explica la crisis de la venta de autos en México

La incertidumbre de los consumidores es una de las mayores presiones para la colocación de vehículos, pero no es la única.
lun 05 agosto 2019 01:55 PM
carro verde
La industria automotriz espera que 2019 sea el tercer año consecutivo de caídas. / Tomado de Flickr-DavidJonas

La venta de autos en México atraviesa una crisis que pareciera no tener fin. Tras caídas en dos años consecutivos, 2019 no pinta mejor: la industria espera una baja en sus ventas de 6.5%, con miras a ajustar su perspectiva en lo que resta del año.

Los números de los últimos meses han sorprendido incluso al mismo sector automotriz, ya que en 2015 y 2016 se registraron ventas históricas, alcanzando 1.5 millones de autos colocados. Sin embargo, este año la industria espera –en el mejor de los casos– una cifra de 1.3 millones de vehículos, cuando –a decir de los analistas– se debería de hablar de 1.7 millones.

Este problema no tiene una sola raíz, debido a que han sido varios factores los que han presionado a la industria y a sus consumidores en los últimos meses.

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Precios y consumidores cautelosos

Los especialistas coinciden en un punto: todo lo que conlleva tener un vehículo es costoso, ya sea el precio del auto, el préstamo para acceder a él e, incluso, el costo de usarlo. A ello se suma que el entorno económico no sea percibido como los consumidores como el más favorable para endeudarse a largo plazo.

"El precio y la venta de automóviles van en proporción directa al poder adquisitivo (…) Yo, por supuesto, lo ligo al precio, pero está mucho más relacionado con la falta de confianza y la incertidumbre hacia el futuro a endeudarte, incluso con vehículos usados", explica Andrés Lerch, socio líder de la Industria de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY Latam Norte.

El costo de un vehículo medio oscila en 300,000 pesos en promedio, según la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), aunque hay una oferta de autos a un menor costo, por lo que a este factor se suman las condiciones de financiamiento de los vehículos.

Según datos de la AMDA, 72% de la cartera automotriz al primer bimestre de 2019 osciló en un nivel de tasas de 12 a 17%, por lo cual Guido Vildozo, especialista de la industria automotriz de la firma IHS Markit, considera que es uno de los mayores factores de presión.

"El incremento en las tasas de interés, donde en un momento dado se podía financiar un vehículo entre 7% a 9% en 2015, comparado con lo que vivimos actualmente, es el motivo primordial por el que el tema del financiamiento se ve impactado", indica. "Si bien hay una situación donde podemos decir que no hay una contracción económica para justificar esta cautela por parte del sector bancario, la cautela en sí viene por parte del consumidor, de que ya se ha hecho un poco caro comprar un vehículo en este momento".

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Pega parejo

De los reportes de venta de 25 marcas, sólo nueve registraron números positivos en ventas en el primer semestre del año.

Para levantar el ánimo de los consumidores, las automotrices han intentado bajar sus tasas de interés e incluso han ampliado los plazos de los créditos hasta a 60 meses, pero esto no resulta atractivo porque los usuarios dan cuenta de la rápida depreciación que sufren sus vehículos, por lo que dejan de pagar.

Aunque la cartera vencida de los créditos automotrices es de las más bajas del mercado (de 1.7% frente a 6% en créditos personales), el costo de recuperar un vehículo para un concesionario es hasta de dos años, por lo que en varias ocasiones se da por perdido el vehículo.

A estos factores se suma el costo de la gasolina, cuya alza incide en el ámbito de adquisición de los vehículos, considera Alberto Torrijos, socio líder de la Industria Automotriz de la consultora Deloitte México. "Todo esto está afectando, incluso en el ámbito de vehículos de un mayor rango".

El fantasma de los vehículos importados

Para el sector automotriz, otra de las principales amenazas para sus ventas es la importación de vehículos usados, que de enero a mayo aumentó en 14% respecto a los primeros cinco meses de 2018. Sin embargo, el principal temor está en la presencia de los autos importados ilegalmente, también conocidos como vehículos 'chocolate'.

"La capacidad en el mercado se ha hablado que es casi de 2 millones de vehículos anuales, pero la brecha que existe entre la venta de los vehículos formales con los chocolates, se ha manejado en un rango de 150,000 a 200,000 unidades anuales", explica el especialista de Deloitte.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su intención de tener un programa de regularización de este tipo de vehículos, pero la industria estima que, de concretarse una medida similar, sus ventas podrían caer hasta 30%.

Aunque algunos especialistas consideran que el efecto de los autos 'chocolate' no justifican la caída del mercado, la combinación con otros factores es lo que ha creado la tormenta perfecta para el sector.

*Tomado de Expansión

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