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Hacia un sistema de manufactura ágil

Un ecosistema de lotes pequeños que integra a toda la cadena productiva, el ejemplo de China.
mié 17 agosto 2016 02:38 PM
Shenzhen
Shenzhen - (Foto: Getty Images)

Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la  edición 247 de la revista Manufactura , 'Proveedor, ¿socio o enemigo?', correspondiente a junio de 2016.

(CIUDAD DE MÉXICO)— Shenzhen, una ciudad en el sur de China, fue establecida en 1979; actualmente es la ciudad ancla de la Zona Económica Especial de China, el epicentro global de la fabricación de bienes de consumo.

Si bien los fabricantes más grandes de la zona son reconocidos mundialmente, algunos miembros de este ecosistema forman parte de una red de fábricas de menor tamaño, llamadas Shanzhai, que evolucionaron alrededor de los gigantes y que originalmente fabricaban productos del mercado gris o pirata pero ahora se están integrando al comercio legítimo. 

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Su tamaño y su red de interconexiones les permiten perfeccionar la manufactura en lotes pequeños y, a la vez, actualizarse a una velocidad increíble. Sus operadores, muchos de ellos exobreros que hoy en día son propietarios, tienen la capacidad de construir a una velocidad extrema bajo volúmenes de productos de alta calidad y bajo costo, usando un ecosistema de fábricas pequeñas y medianas libremente acopladas, y expertos individuales que pueden competir con fábricas grandes de Shenzhen, lo cual es sumamente adecuado para los modos de suministro emergentes.

Los beneficiarios son marcas o diseñadores, bien establecidos o nuevos, que desean participar, actualizarse con rapidez y a bajo costo.

Los que abandonaron a los grandes fabricantes de la zona para construir plantas pequeñas empezaron a colaborar estableciendo una red poco definida, pero potente, de conocimientos, habilidades y capacidades, y crearon un entorno casi ideal para el aprendizaje continuo.

Las exigencias dieron lugar a la aparición de nuevas herramientas y técnicas, y los miembros de la red colaboraron para empujar los límites de capacidad y costo. Un resultado muy visible de ello es la plétora de teléfonos móviles de alta calidad y bajo precio que dominan el mercado chino. Conforme ganen impulso las nuevas tendencias como las del IoT, los wearables y la robótica, es probable que las Shanzhai respondan con igual celeridad y alcance.

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Es improbable que se puedan reproducir con exactitud la densidad geográfica de Shenzhen y su capacidad para abarcar toda la cadena de valor, desde proveedores de materias primas y fabricantes de equipo industrial hasta diseñadores, fabricantes y ensambladores. Sin embargo, en otras partes de China han aparecido centros similares, por ejemplo, de manufactura de calzado en la región de Fujian , y de manufactura de motocicletas alrededor de Chongqing. 

El renovado interés en la manufactura ágil está ayudando a los fabricantes de mayor tamaño a mantenerse competitivos y responder a las señales del mercado, cada vez más variables e impredecibles. La clave de esta creciente agilidad es una infraestructura digital que suministra acceso a los datos de los puntos de venta (PDV) casi en tiempo real, en vez de informes de ventas mensuales o trimestrales retrasados.

Cuanto más acertadas sean dichas predicciones, más sentido tiene escoger grandes corridas de producción altamente eficientes. Sin embargo, cuando se introduce un nuevo producto con menos seguridad de aceptación del mercado, o cuando se hacen mejoras o cambios al diseño del producto, los fabricantes podrían elegir enfocarse en producir "cantidades de lotes mínimos viables", empatando las prácticas de manufactura ágil con la agilidad en la cadena de suministro. Cuanto más precisas son las proyecciones, puede ser más sensato elegir corridas de producción grandes altamente eficientes. 

En cambio, cuando se lanza un nuevo producto con menos certidumbre respecto a la aceptación del mercado o se hacen mejoras o cambios al diseño de un producto, los fabricantes pueden decidir centrarse en la producción de una "cantidad mínima viable por lote", correlacionando las prácticas de manufactura ágil con la agilidad de la cadena de suministro.

La producción en el extranjero y el envío de carga llevarán a producir cantidades mínimas para compensar los largos plazos transcurridos entre la producción y la entrega al cliente. En el caso de los artículos pequeños, es posible que el costo del transporte aéreo y los ciclos de entrega cortos prevalezcan sobre el costo de mantenimiento de inventario, el costo de capital y la obsolescencia.

*Bruno Juanes es socio responsable de Manufactura de Deloitte Consulting Group México.

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