UE pone límites a biocombustibles basados en alimentos
Autoridades de la Unión Europea han decidido limitar la producción de biocombustibles elaborados de cultivos destinados a la alimentación. Con esto, los ministros de energía de la UE, dan respuesta a las críticas recibidas sobre que estos elevan la inflación y perjudican al medio ambiente.
Con esta decisión, la región da un giro y comienza una nueva etapa a la que arrastraba desde el año pasado, cuando los gobiernos no lograron acordar un límite propuesto de 5% en el uso de biocombustibles basados en cultivos como maíz o aceite de colza.
Dicho acuerdo establecerá un límite del 7% en el uso de biocombustibles basados en productos alimentarios en el combustible para el transporte y debe ser considerado por el nuevo Parlamento Europeo recientemente elegido.
"Creemos que esta propuesta es mucho mejor que nada", dijo el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, en la reunión de ministros de Luxemburgo.
"Tenemos que apoyar la investigación y desarrollo en biocombustibles avanzados para que podamos pasar de la generación uno a la dos y a la tres", añadió, en referencia a los biocombustibles más sofisticados que no compiten con los vegetales que se cultivan para alimentos.
El límite propuesto del 7% es parte de un objetivo para obtener un 10% del combustible para el transporte de fuentes renovables para 2020, dentro de los esfuerzos para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de la UE del gas y petróleo importado.
En un principio, la Unión Europea respaldó los biocombustibles como una forma de abordar el cambio climático, pero la investigación ha mostrado desde entonces que la fabricación de combustible a partir de cultivos como el maíz desplaza a otros, obliga a despejar hábitat valiosos y puede inflar los precios de los alimentos.
La próxima generación de biocombustibles avanzados, fabricados a partir de residuos o algas por ejemplo, no plantea los mismos problemas pero exige más inversión.
El compromiso apoyado por los ministros el viernes incluye un objetivo no vinculante del 0,5 por ciento en biocombustibles de próxima generación, una cifra que los ecologistas dicen que no basta para marcar la diferencia.
El acuerdo puede conllevar que el objetivo global de obtener un 10 por ciento de la energía del transporte de fuentes renovables para 2020 se incumpla, según los analistas. El 5 por ciento actual del combustible para el transporte de la UE procede de fuentes renovables.
Las biorrefinerías basadas en alimentos, que han invertido en base al 10 por ciento original, dice que un objetivo inferior amenaza los puestos de trabajo.
Y los que intentan desarrollar biocombustibles avanzados dicen que el progreso que están haciendo está bajo amenaza.
Thomas Nagy, vicepresidente ejecutivo de Novozymes , que fabrica enzimas usadas en la producción de biocombustibles avanzados, dijo que la decisión del viernes permitía "un relanzamiento del proceso de toma de decisiones".
Sin embargo, añadió que había una "falta de ambición y ausencia de incentivos que permitan a la industria de biocombustibles convencional desarrollar sostenibilidad" e instó al Parlamento Europeo, que retomará el debate sobre el texto a finales de este año, a que propusiera enmiendas.
*Información de Reuters