Petróleo barato presiona autos eléctricos
La caída en el precio de la gasolina puso en tela de juicio la rentabilidad de los vehículos híbridos y eléctricos como un mercado potencial, pues el principal argumento a favor de estos modelos era el ahorro en combustible.
“En la medida en que la gasolina se encarecía, los consumidores buscaban otras fuentes alternativas de energía”, dijo Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Los consumidores adquirían un auto eléctrico –en algunos casos, hasta cuatro veces más caro frente a su versión a gasolina- pensando que el gasto anual para recargar su eléctrico era hasta 50% inferior que el costo de rellenar el tanque de otro de combustión interna. Esta diferencia justificaba el sobre costo inicial.
Pero la ventaja se diluyó, tras la caída de más de 50% en el precio del barril de petróleo y, en consecuencia, de la gasolina.
Greg Scheu, presidente de la firma ABB para la región de las Américas, no cree que los bajos precios en los combustibles afecten en el largo plazo la penetración de este tipo de vehículos en el mercado.
Esta empresa ofrece infraestructura de recarga para autos eléctricos. Cuestionado en marzo sobre si el precio de la gasolina ha golpeado el segmento de negocio para autos eléctricos, el ejecutivo aseguró que se trata sólo de una coyuntura económica pasajera. En todo caso, dijo, lo que el mercado podría esperar es el desarrollo de modelos eléctricos más eficientes en el consumo energético.
Los analistas advierten que esa coyuntura retrasará la masificación de los modelos eléctricos pues por ahora los motores grandes han cautivado a los consumidores.
En Estados Unidos, el principal mercado de consumo, las ventas de camionetas superó la de los autos durante el primer trimestre del año y se esperan que al cierre de 2015 las ventas de camionetas asciendan a nueve millones de unidades contra siete millones de autos, dijo Guido Vildozo, analista del sector automotriz de la consultora IHS Automotive.
“Una tendencia que continuará hasta 2020, cuando el precio del barril Brent se estabilice en 75 dólares”, añadió el analista.
“Hay una competencia entre el vehículo híbrido y eléctrico(…). La carrera será más justa cuando encontremos un desarrollo tecnológico efectivo, que baje el precio de las baterías, que es el factor que encarece el vehículo”, detalló Solís.
Por ahora los incentivos gubernamentales son la clave para vender eléctricos e híbridos. Ha sido así que en Estados Unidos, un país de 318 millones de habitantes, se han logrado vender 275,000 vehículos cero emisiones.
En México, donde no hay un incentivo monetario, la flota de híbridos y eléctricos asciende a 200 unidades.