Escándalo en VW 'ensombrece' panorama del diésel
El escándalo por la adulteración que hizo Volkswagen de pruebas de emisiones de gases en vehículos diésel en Estados Unidos ensombrece aún más las perspectivas del que alguna vez fue considerado como el combustible del futuro.
Cambios imprevistos en el consumo de combustible en las economías de más rápido crecimiento del mundo, como China, junto con la desaceleración económica mundial y la rápida evolución de los motores de gasolina han dejado al mundo con un exceso de diésel.
Volkswagen admitió haber adulterado pruebas de emisiones tóxicas de sus vehículos a diésel en Estados Unidos, generando el miércoles la renuncia de su presidente ejecutivo Martin Winterkorn .
La crisis en la automotriz alemana ha centrado la atención en preocupaciones sobre la contaminación ambiental que produce el diésel y generado dudas sobre su credibilidad como una alternativa limpia para la gasolina.
"La atención estaba en las bajas emisiones de carbono", dijo Chris Main, analista de materias primas de Citi en Londres.
"Una cosa que no se observó fue que podrías encontrar otros contaminantes, tales como el nitrógeno. Las personas están empezando a ser más cautelosas con el diésel", agregó.
El impacto del escándalo de VW podría, sin embargo, ir más allá de la industria automotriz.
Nota: Así fue cómo se descubrió el engaño de VW
Las refinerías, así como muchos analistas, se han visto por años sorprendidas con el modesto crecimiento del consumo del diésel en comparación con el insaciable apetito por la gasolina.
Los analistas dicen que la saga podría tener implicancias de largo alcance para la industria automotriz, que resultaría en regulación y plazos más estrictos, y mayores costos de inversión para cumplir con ellos.
Nota: Escándalo de VW 'salplicará' a planta de Puebla
Los costos para que los fabricantes de automóviles cumplan con los requisitos de emisiones podrían aumentar y los conductores podrían dejar de lado los vehículos diésel, acelerando una esperada caída en la participación del mercado europeo, sostuvieron.
Algunos predicen una mayor consolidación en la industria debido a que las empresas buscan compartir el prohibitivo costo de desarrollar vehículos más ecológicos e híbridos.
Los vehículos con motor diésel son más caros de producir que los que funcionan con gasolina y, con los márgenes de ganancia ya frágiles, los incentivos y ahorros hacen una gran diferencia en el flujo de caja de los productores.
Con los años, los motores de gasolina se han hecho más pequeños, más potentes y con menores emisiones.
Si la producción de automóviles diesel se frena, también sentirá el impacto la industria mundial de la refinación, que tiene miles de millones invertidos en la última década para construir enormes plantas de producción del combustible en Asia y Oriente Medio y mejoradores en Europa y Estados Unidos.