Competitividad, sólo con reforma energética
*Fragmento del texto El Urgente llamado a la reforma, publicado en la edición de agosto de la revista Manufactura
La industria espera que la propuesta de reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto será el detonante de mejores condiciones competitivas, entre éstas, costos energéticos más accesibles.
Este día, el primer mandatario presentará su iniciativa de reforma, la cual atrae la atención de la industria pues podrían abrirse a la iniciativa privada actividades de exploración, perforación y refinación que hoy en día están en manos de Petróleos Mexicanos.
Francisco Funtanet Mange, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana (Concamin), pone énfasis en la reforma que podría dar un impulso definitivo a la competitividad industrial: la energética. “Para lograr que toda empresa, desde la pequeña hasta la más compleja, crezca y se consolide necesitamos garantizar una suficiencia de energéticos y que estén a precios competitivos, especialmente en el caso del gas, donde hemos tenido más problemas de desabasto”, sostiene.
Para Rodrigo Alpízar Vallejo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), es urgente atender la eficiencia del sector energético en el país.
“Dentro de la nueva política industrial tenemos que encontrar una dinámica que permita que el costo de los energéticos sean más atractivos para las empresas de la transformación. Los altos costos de la energía le están pegando mucho al país”, señala.
Por ejemplo, en cuanto al sector eléctrico, los precios que se ofrecen en México —alrededor de 10 centavos de dólar por kw/h— superan los de países como
Noruega, Estados Unidos, Canadá, China Tapei, Finlandia, Suiza y Suecia. Pero reducirlos no es tan sencillo, pese a que la industria sólo representa 1% de los clientes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), más de la mitad de las ventas de la paraestatal provienen precisamente de este segmento.
Las otras fuentes energéticas también merecen una revisión a fondo. Por ello, Alpízar sostiene que una de las maneras de reindustrializar a un país puede ser a través de la inversión para renovar a este sector, liderado por Petróleos Mexicanos (Pemex) y la CFE.
Para Alpízar, el ejemplo, de nuevo, es Estados Unidos. Ahora que ese país le ha apostado al shale gas como una estrategia nacional y que apunta a ser el botón para autoabastecerse en el largo plazo.
Agrega que “si se revisa la política de Estados Unidos para la exploración y explotación del shale gas es muy claro que ellos traen una nueva política de bajos costos de energéticos y que en pocos años no habrá manera de competir ellos y habremos perdido tiempo valioso para transformar nuestra propia infraestructura para garantizar la energía”, afirma.