El dilema de la regla de origen del Tlcan
Las exportaciones mexicanas de ropa han perdido presencia en el mercado estadounidense debido a que para los fabricantes es casi imposible cumplir con las reglas de origen que impone el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan).
Cuando se negoció el Tlcan, hace 20 años, se estableció que el comercio de prendas de vestir entre Estados Unidos, Canadá y México estaría libre de arancel siempre y cuando los productos estuvieran confeccionados en su totalidad con insumos de la región, lo cual era fácil de cumplir ya que en aquel entonces los tres países había producción de hilo y tela, explicó Marcos Cherem, socio fundador y director general de Grupo Ismark.
La producción de telas, sin embargo, paulatinamente se desplazó a Asia y hoy ya no se manufacturan en la región diversos insumos, por lo que son pocas las prendas que aún pueden cumplir con el certificado de origen contemplado en el Tlcan.
La mezclilla es uno de esos ejemplos excepcionales, ya que en México aún se produce la fibra de algodón, el hilo, la tela y también se confeccionan las prendas. Actualmente 40% de los pantalones que se venden en Estados Unidos son de origen mexicano, según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).
“Cuando cumples con la regla de origen, como ocurre con las prendas de mezclilla o con los trajes de lana, evitas el pago de aranceles para exportar a Estados Unidos, lo que permite ser muy competitivo en precio”, dijo Cherem.
El problemas es para otros nichos, como el de ropa de dama, que requieren hasta 40 telas diferentes para arman una colección, y como no todas se consiguen en México, se importan de otros países, principalmente de Asia.
Usar insumos de otros países incumple con la regla de origen -de hilo en adelante-, por lo que para exportar estas prendas habría que pagar arancel. Estos impuestos, sumados o los costos operativos, dejan fuera de precio a las prendas, sobre todo en comparación con la ropa hecha en Asia.
Hay ropa interior confeccionada en China que cuesta 0.01 centavos de dólar y conjuntos deportivos en 20 centavos de dólar. Precios que ni siquiera cubren el costo de la etiqueta, botones y elástico de una prenda, dijo Cherem.
Este diferencial de precios limita las oportunidades de las prendas hechas en México para competir en el mercado estadounidense. La ropa de mujer, por ejemplo, apenas representa 3% de las exportaciones totales de prendas que el país hace a Estados Unidos.
¿Actualizar el Tlcan?
Para incrementar las exportaciones de prendas mexicanas hacia la región Tlcan los industriales del vestido han buscado actualizar la regla de origen. En 2011, una comitiva de industriales mexicanos encabezada por Cherem –quien en ese entonces era presidente de la Canaive- acudió a Estados Unidos con la propuesta de que algunas prendas mexicanas se pudieran comercializar con 10% de insumos importados de otros países.
La propuesta no prosperó. “Se nos dijo que era imposible ya que la política del entonces presidente Barack Obama era favorecer las exportaciones más que las importaciones”.
Textileros piden 'de hilo en adelante'
La nueva oportunidad está en el TPP, ya que es en este marco donde México puede renegociar las reglas para el comercio de prendas de vestir con Estados Unidos. Sin embargo, para los fabricantes de telas, esto significaría una desventaja.
Si no se respeta la regla de 'hilo en adelante' y se permite confeccionar prendas de vestir con telas u otra materia prima de cualquier parte del mundo para luego exportarlas libres de arancel (regla de origen flexible), “el sector textil mexicano se vería muy afectado”, dijo Moisés Kalach, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil, durante una entrevista realizada en agosto del año pasado.
La cadena textil-confección genera alrededor de 500 mil empleos directos y exporta cerca de 9 mil millones de dólares (mdd) al año.