Refrescos sin gas
La venta de refrescos comenzó a entrar en etapa de “deshidratación” en México al ceder terreno a la comercialización de bebidas energéticas, agua embotellada y jugos.
Entre 2007 y 2013, la participación de venta de los refrescos perdió 2 puntos porcentuales, al pasar de 74% a 72%, según datos de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Mientras que el consumo de bebidas energéticas, agua embotellada sin gasificar y jugos ganó participación al pasar de 26% a 28%, en el volumen total de consumo de bebidas en el país durante el periodo referido.
Aunque 7.2 de cada 10 bebidas que se venden en México aún son refrescos, la categoría ha comenzado a mostrar signos de desaceleración en su crecimiento, lo que podría acrecentarse con la entrada de nuevos gravámenes.
Este año entró en vigor un nuevo impuesto de un peso por litro para las bebidas azucaradas, entre las que se encuentran los refrescos.
El consumo de estas bebidas ha disminuido por diversas razones: la situación económica que deja con menos dinero en efectivo a los consumidores; campañas donde se pone en evidencia el contenido de azúcar y sus efectos en la salud; así como el impuesto, explicó el analista de Grupo Financiero Ve por Más José María Flores.
“Se juntó todo. La gente ha migrado a otros productos. Y la mala imagen que se ha creado para los refrescos por el alto contenido de azúcar, ha provocado una intención hacia un consumo más saludable”.
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