El regreso de China se previó hace dos años
Donald Trump dijo la semana pasada que "México es la nueva China", refiriéndose a las oportunidades manufactureras que se vislumbran en el país, reportaron las agencias internacionales. La apreciación parte de las crecientes inversiones automotrices que han detonado el crecimiento industrial de ese clúster.
Que las empresas regresen de China a América, por encontrar en este continente mejores condiciones logísticas es una tendencia que ya se había planteado desde la campaña de elección de Barack Obama, durante 2012.
Fue justo en mayo de ese año, cuando una de las ediciones de Manufactura señaló el "reshoring", la vuelta a casa de las unidades productivas. La revista reportó que The Reshoring Initiative encontró eco en la agenda del gobierno de Barak Obama: la propuesta de repatriar las fábricas al territorio estadounidense parece una buena idea en tiempos en los que se requiere generar millones de empleos y cobrar fuerza en la recuperación económica.
Se observó que México podría irle bien con ésta medida.
Cuestión de costos
El creador de la Iniciativa es Harry Moser. Presentó la propuesta en 2010, a través de un software gratuito para calcular sus costos totales de producción en países de bajos costos laborales como China. Según Moser, las que lo usen descubrirán que subestimaron los “costos ocultos” de trasladar a ellos sus plantas.
Un 60% de esas empresas, según la Iniciativa, se llevó sus fábricas, fijándose sobre todo en el atractivo de los menores salarios e ignoró costos que elevan entre 20% y 30% el costo total de producir en esos países. Con su software, Moser espera persuadirlos de que fabricar en Estados Unidos los productos que vendan en ese mismo mercado resulta rentable. Desde ese entonces, 2010, Harry Moser ya observaba el retorno de las fábricas fugadas "ya ha empezado y se va a acelerar", declaraba desde hace cuatro años. Y cuando eso suceda, dice, a México le puede ir bien.
En la edición de 2012, Moser aseguró en entrevista con Manufactura que las realidades económicas pueden llevar a algunas empresas que salgan de China a no regresar directamente a Estados Unidos, sino a países vecinos que todavía les permitan gozar de bajos costos laborales, y al mismo tiempo reducir los costos logísticos y los riesgos derivados de la ausencia de protección de su propiedad intelectual que conlleva operar en China.
Si los costos laborales no le permiten a una empresa volver a Estados Unidos, probablemente se fije en México y Costa Rica, predijo Moser. Y si lo hace, beneficiará a Estados Unidos, porque para manufacturar un producto en esos países tendrá que comprar en Estados Unidos la maquinaria, los materiales y los componentes. En cambio, cuando lo produce en China el efecto económico para Estados Unidos es mínimo.
Donald Trump, 2014
Los costos favorables de mano de obra, así como las facilidades logísticas para atender el mercado estadounidense desde México ha favorecido la producción de bienes en México. La exportación de manufacturas que reporta Banco de México ha crecido 6%, en promedio anual, desde el año 2000.
De ahí que el pasado 27 de mayo, en Washington, Donald Trump vaticinó que México se convertirá en la “nueva China”, en términos de su capacidad para producir bienes de consumo.
La agencia Notimex señaló que en un discurso en el Club Nacional de Prensa, donde fungió como invitado especial de la mayor agrupación de periodistas de Estados Unidos, Trump pidió a los asistentes prestar atención a la experiencia de la economía mexicana. “A México le está yendo fenomenalmente bien, fenomenalmente. México va a ser la nueva China en términos de producir bienes. Fíjense en lo que está ocurriendo en México”, subrayó.