Reglas de etiquetado benefician a industria de envases
Para la industria del envase y embalaje, los cambios en las reglas de etiquetado para alimentos y bebidas representarán un impulso adicional, gracias a un incremento en la demanda de nuevos empaques, salvo en aquellos productos que no tengan una rotación acelerada en el mercado, y cuyo reemplazo se demore, indicó Luis Dueñas, presidente de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje, (AMEE).
Explicó que tan solo en el caso de la industria de bebidas, englobando todas su categorías, se calcula un impacto (en gasto para los productores tanto en reformulación como en empaque) de 1,000 millones de dólares (mdd) en un periodo de 10 años.
Mientras tanto, la industria del empaque y el embalaje espera crecer alrededor de 4% en este 2014, un punto porcentual arriba del crecimiento registrado el año pasado, de acuerdo con datos de la AMEE. El sector que más participa en este segmento es el de alimentos y bebidas con 55%; mientras que el farmacéutico y cosmético tienen 15% cada uno. El resto pertenece a otros rubros.
El impacto
El nuevo etiquetado exige que las empresas contemplen un ajuste en las fórmulas de sus productos, que algunas estimaciones de organismos como el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), estiman en 187 mdd por cada línea de producto.
También implican el rediseño y ajuste del tamaño de sus empaques e, incluso, una posible caída en su volumen de ventas en el rubro de bebidas de entre 6% y 7%, y del doble en el segmento de pasteles y botanas, si el consumidor percibe cambios en el sabor, así como por el incremento en su precio. Ante esto, analistas y la misma industria auguran un desembolso millonario.
Si bien Manufactura no recibió respuesta de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), que fue buscada para conocer su postura al respecto, se tuvo acceso a la postura de PepsiCo, la cual podría reflejar la tendencia del sector de refrescos y botanas ante las medidas que ha puesto en marcha la autoridad sanitaria.
De acuerdo con voceros de la empresa, con el fin de respetar las normas y regulaciones vigentes en México, “el Centro de Innovación para la Categoría de Productos Horneados, inaugurado en 2014 con una inversión de 22 millones de dólares (mdd), promoverá la innovación del portafolio de productos de sus marcas, albergando los avances científicos de nutrición”.
La firma informa que en su laboratorio de nutrición, ubicado en Apodaca, Nuevo León, más de 100 expertos llevarán a cabo análisis generales del portafolio, de los ingredientes y de las necesidades de los consumidores, así como estudios sensoriales para evaluar las percepciones y grupos de análisis de sus productos, antes de ser enviados a la planta piloto.
Con ello pretenden lanzar productos más saludables para el mercado mexicano, además de que buscarán reducir niveles de sodio y azúcar en algunos, sin afectar las preferencias de su mercado consumidor.
Desde hace unos años, la firma ya había apostado por la mejora continua en la producción de alimentos, tanto para la disminución de grasas, como de otros contenidos azucarados, según Pedro Padierna Bartning, presidente de PepsiCo México. Algunos ejemplos de estas transformaciones son galletas sin azúcar y barras de cereales bajas en calorías de la marca Quaker y Stila.
Mientras tanto, el fabricante de pastelillos y panes, Grupo Bimbo, ha expresado que estudia el cambio en la receta de algunos productos, como el Gansito, para evitar el pago del impuesto especial.
Sin embargo, la empresa es cautelosa —lo que se reproduce en el sector—, ya que su prioridad es mantener la lealtad de sus compradores.
