Desarrollan 'súper plásticos' para turbo motores
La capacidad de un motor de 1.0 litros de alcanzar los 140 caballos de fuerza habla de algo más que de potencia. Se trata de una máquina cuya producción implicó un reto de ingeniería: el desarrollo de materiales, principalmente plásticos, más resistentes a altas temperaturas.
Cuando las armadoras decidieron ‘encoger’ sus motores, los fabricantes de resinas tuvieron que desarrollar polímeros más resistentes a altas temperaturas, pues los que se tenían hasta el momento soportaban entre 100 ºC y 110 ºC, que era la temperatura promedio que alcanzaba un motor grande, de cuatro o seis cilindros.
Y es que una máquina más pequeña, pero igual de potente que la de un Bugatti Veyron o un Ferrari 458 Speciale, genera una temperatura mayor, de hasta 200 ºC, dijo Juan José Zaragoza, líder de automotriz en el negocio de polímeros de alto desempeño de la firma DuPont.
Una forma de incrementar la resistencia de los polímeros fue reforzarlos con otros materiales, por ejemplo, el nylon con aramida.
Conforme los fabricantes de las resinas mejoraron las especificaciones de sus materiales, las armadoras incrementaron el porcentaje de plástico en los motores. Los EcoBoost de Ford, por ejemplo, ya incorporan termopolímeros en bielas, parte inferior de los pistones, válvulas, engranajes de distribución, parte de las bancadas y tomas de admisión.
Zaragoza comentó que actualmente la demanda de polímeros de alto desempeño es mayor en regiones como Europa, donde las regulaciones medioambientales son más estrictas con las emisiones de los vehículos.
El uso de motores turbocargados es una tendencia, que poco a poco se generalizará en regiones como América, donde aún se demandan máquinas de gran cilindraje.
La industria automotriz es la principal consumidora de polímeros de alto desempeño, una división que a DuPont le genera ventas globales por 4,000 millones de dólares (mdd). 70% de esto lo consume el sector automotriz, dijo Zaragoza.