Ingenieros al corazón de la empresa
Su fuerza principal de trabajo está integrada por ingenieros: aproximadamente 60% de su plantilla tiene distintas especialidades de esa profesión. Schneider Electric México lleva la ingeniería en el ADN de la marca.
Gladys Juárez, vicepresidenta de Recursos Humanos para Schneider Electric en el país, explica que estos especialistas no sólo se encuentran en alguna de sus nueve plantas de la República: hoy también están presentes en áreas como Ventas y Finanzas.
“Las especialidades de los ingenieros que contratamos son eléctricas, mecánicas, electrónicas, mecatrónica, industriales y de automatización, principalmente”, explica la entrevistada.
El área de reclutamiento de la empresa, prosigue Juárez, atrae ingenieros que hablen al menos 65% de inglés “y con habilidades como alto empuje, iniciativa, innovación, que aprenda rápido, se adapte al cambio y tenga un alto sentido del compromiso”, detalla.
“Queremos atraer gente que venga a construir sobre lo que ya tenemos, pero que también nos reten a la innovación, que estén orientados hacia la mejora continua”, anota la VP.
Otro plan de acción para la atracción y retención del talento en Schneider Electric tiene que ver con la equidad de género, dado que las mujeres son fuerza laboral capacitada.
“Sabemos que hay pocas mujeres que estudien ingenierías, y de las que hay son pocas las que se dedican a la ingeniería en ventas, por ejemplo, aunque sea un campo cada vez más prometedor. De ahí que hacemos labor de promoción para atraer a las mujeres a la empresa. Está relacionado con temas de estrategia”, afirma Juárez.
(Durante los próximos años) “Esperamos una mayor demanda de ingenieros para el sector energético y por eso estamos trabajando en la atracción y retención del talento, lo mismo reclutando a los sobresalientes en las universidades, como procurando planes de desarrollo de carrera para quienes ya están con nosotros”, concluye Gladys Juárez.
Vinculación productiva
Con la finalidad de proporcionar a los alumnos herramientas académicas prácticas que faciliten su inserción al campo laboral, las universidades desarrollan programas para acercarlos al sector productivo.
Sin embargo, “Los egresados no deben esperar hasta salir de la universidad para adquirir experiencia laboral, pues las posibilidades de encontrar un trabajo bien remunerado se reducen a pesar de que las expectativas sobre su futuro profesional sean altas”, explica Raúl Martínez Solares, experto en economía conductual y director general de Mexicana de Becas.
Aunque la vinculación con la industria es una manera de acercar más y mejor a los futuros egresados con el mercado y en la mayoría de universidades públicas y privadas existe, sólo algunas proporcionan información al respecto.
En la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) hay un programa permanente para acercar a los estudiantes al sector productivo y propiciar en ellos una visión integral de los conocimientos aprendidos en el aula. Aunque “todavía falta mucho por trabajar en torno a la relación entre ambos sectores (academia-industria)”, reconoce Juan José Ambriz García, secretario académico de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa.
El Instituto Tecnológico de San Luis Potosí (ITSLP) informó que tiene diversos programas de vinculación como visitas industriales, en donde un grupo de alumnos, junto con su profesor, acude a una empresa previa definición de un objetivo. Otra opción son las estadías técnicas, que consisten en que un profesor va a laborar de tiempo completo a una empresa durante un período que va de un mes a un año, desarrollando un proyecto de interés para la empresa y en el marco de la formación profesional del docente.
Las residencias profesionales están dirigidas a jóvenes que han concluido su preparación académica y con el respaldo de la institución deben incorporarse a una empresa, vivir el ambiente laboral, desarrollar un proyecto y culminar su formación. La inversión en tiempo va de cuatro a seis meses. Como resultado 50% de los residentes se incorpora a trabajar en las empresas.
También se propicia el desarrollo de proyectos con base en un convenio con empresas. Además de los beneficios intangibles, están la obtención de equipamiento y la generación de recurso económico para la Institución.
Por su parte, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) tiene convenios con empresas que becan al alumno para que luego se incorpore como parte de su personal. Ejemplo de ello son los proyectos de investigación con la industria, o bien los financiados por universidad y por la Fundación Educación Superior Empresa (FESE). Esta institución estima que 60% de los alumnos participantes del Programa de Emprendedores se queda a trabajar en la empresa, 10% no se queda por decisión de la compañía y 30% busca otra opción laboral.
Más que prácticas profesionales
En planes de estudio de la Universidad del Valle de México (UVM) anteriores a 2005 no se daba prioridad a esta vinculación. A partir de su rediseño ocurrido en 2012 existe una sección de prácticas profesionales con carácter obligatorio, equivalente a aprobar 19.5% de los créditos; en promedio tres materias.
Ahora, la UVM tiene aliados estratégicos como Festo, Microsoft y Cisco. Por ello, en dos semestres más los estudiantes que ahora cursan una ingeniería en esta universidad podrán incorporarse a estos programas.
Como parte de las clases, los alumnos de ingeniería acuden a las plantas de diversas compañías para conocer sus procesos. Jorge Ibáñez, director del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la Ibero, estima que de junio de 2013 a marzo de 2014 sus estudiantes en la carreras de ingeniería química e ingeniería han realizado 150 interacciones con empresas, incluyendo servicios (como análisis y conferencias), proyectos ProInnova Conacyt, diseños, desarrollo de aplicaciones, etcétera.
Durante los últimos dos años el empresa BAS Chemical ha acudido a la UIA a buscar a los mejores talentos para hacer estancias de un semestre en Alemania y Estados Unidos con todos los gastos pagados. Hasta ahora cinco alumnos han formado parte de esta iniciativa, uno de ellos está a punto de iniciar la maestría. Otra empresa, LyondellBassel, planea llevar este verano a 10 alumnos.
Esta universidad también ha dado a conocer cómo este vínculo ha permitido a sus posgraduados aplicar sus conocimientos en los departamentos de investigación de compañías que quieren cambiar paradigmas a mediano y largo plazo en áreas como la fabricación de materiales poliméricos amigables con el medio ambiente, utilizados en la industria automotriz y de electrodomésticos.
En general, el propósito de estos programas es que los estudiantes egresados puedan incidir con sus propuestas en las diferentes corporaciones en donde se inserten, que no se limiten a ingresar al mercado laboral nada más, sino que propongan mejoras a lo que ya se hace en la industria, no repitan procesos ya existentes, sino que generen otros mejores que permitan a México ser más competitivo frente a otros países y atraer más inversión.