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Prevén escaso impacto por incremento al SM

La industria alimentaria no prevé mayores afectaciones hacia fin de año
vie 14 agosto 2015 01:56 PM
Alimentos
Alimentos - (Foto: Photos to Go)

A pesar de la homologación del salario mínimo en México, la industria de alimentos y bebidas no ha tendio ninguna repercusión en el tema de desempleo y mucho menos en el aumento de precio en sus productos. Esto, debido a que las empresas de este ramo pagan 2.5% arriba del salario mínimo.

El director de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias, Lorenzo Leboreiro, señaló que en la industria de alimentos y conservas, (la cual incluye la bebida y los alimentos), el tema "no impacta directamente. Nuestra industria está muy tecnificada y tenemos equipos que corren a velocidades muy altas por lo que el impacto de la mano de obra en las empresas de alimento no es tanto”.

A partir del primero de abril el salario mínimo general en el área geográfica “B” se ajustó de 66.45 pesos a 68.28 pesos diarios, 1.83 pesos diarios más y en el área geográfica “A” se mantiene el actual salario mínimo de 70.10 pesos diarios. Sin embargo, el proceso de homologación concluirá en octubre. 

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Empresas formales como Herdez, La Costeña, Nestlé, Jumex y Del Valle son algunas que pagan por encima del salario mínimo, agregó el directivo.

Por su parte Arturo Vieyra, coordinador de estudios económicos de Banamex, dijo que el aumento de no más de 2% en el salario mínimo no traería un impacto importante sobre la estructura de costos de las empresas o de la industria alimentaria, porque no es significativo.

“Ya tuvimos la experiencia de hace algunos años (en 2012)  donde se redujo el salario mínimo de tres zonas a dos y no tenemos ninguna evidencia hasta la fecha de que haya tenido un impacto importante en los precios y en el empleo”, dijo Vieyra en entrevista con Manufactura.

El coordinador de estudios económicos de Banamex agregó que cerca del 3% de los empleados en el sector formal reciben el salario mínimo mientras que solo un 12% de toda la economía en general lo recibe. 

“En Alsea a pesar de que se pensaría que sería una gran masa a la que impactaría, es muy poca gente la que está contratada mediante un salario mínimo, por lo que el impacto no sería tan importante”, dijo Verónica Uribe Buyza, analista bursátil de la industria de Alimentos y Bebidas de Grupo Financiero Monex.

Sin embargo,  el director del Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada, opina que este incremento implica mayores costos para todos aquellos que están en la industria formal, incluida la industria alimentaria.

 “Al ser una industria tan competitiva como la alimentaria no es claro que puedan transferir ese incremento a precios –de ser así entonces no les afectaría ni en sus finanzas ni en la rentabilidad de las empresas— porque es una industria competitiva y porque la capacidad de compra de las familias se ha reducido por la inflación de año“, explica Foncerrada.

En este caso, donde las familias no pueden absorber el incremente de precios, las empresas en este ramo tendrían que reducir sus márgenes de utilidad o buscar mayor productividad para mantener la rentabilidad de sus precios, puntualiza el directivo. 

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