Sector textil, ante una telaraña de desafíos
La industria textil y de la confección vuelve a experimentar un revés en el mercado interno con el ingreso al país de 30 millones de metros cuadrados de mezclilla de contrabando, a precio de 22 centavos de dólar por metro.
Los cargamentos llegaron a territorio nacional, entre enero y abril de este año, en calidad de importaciones temporales y con certificado IMMEX, cuando el precio estimado promedio que estableció el gobierno mexicano para textiles de importación es de 2.34 dólares y para vestido de 3.83 dólares.
“Una empresa importó 8 millones de metros cuadrados de tela, que son 300 contenedores, y ni siquiera tiene un anden para recibir un tráiler. Esta situación nos metió un gran freno de mano, ha provocado despidos de personal y ahora los inventarios están hasta arriba”, se queja Alfonso Juan Ayub, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).
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En 2014, la entrada de mercancía textil subvaluada a México representó 35% de la producción que se vendió en el mercado nacional y 52% en lo que se refiere a prendas confeccionadas. El año pasado, se observó un descenso ya que las proporciones fueron de 10% y 32%, respectivamente.
Sin embargo, en el primer semestre de 2016 se observa una tendencia alcista, ya que 18% de los textiles que se comercializan en el país son de contrabando, en tanto que las prendas de vestir arrojan una participación de 26%.
Surte efectos estrategia "anti dumping"
De las 1,100 fracciones arancelarias existentes en el catálogo IMMEX, alrededor de 350 no tenían precio estimado en 2015, lo cual permitió que los productos subvaluados pudieran migrar a estas fracciones.
Aun así pudo reactivarse la industria nacional, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHC) logró recaudar 7 millones de pesos (mdp) de impuestos entre marzo y diciembre del año pasado al establecer precios estimados.
“En enero de 2016 se publicaron los precios que faltaban, con lo cual se pretendía cerrar más el cerco a los bienes de contrabando. Pero lo que pudo haber ocurrido es que esta mercancía subvaluada ingresó por temporadas”, comenta Juan Ayub.
La asignación de precios estimados forma parte del decreto firmado el 26 de diciembre de 2014 entre organismos empresariales de la cadena productiva, la Secretaría de Economía, la SHCP y el Sistema de Administración Tributaria (SAT), que establece medidas para promover la productividad y competitividad de la industria, así como combatir la subvaluación de textiles y prendas de vestir.
Con el apoyo de esta estrategia, la actividad del sector logró recuperarse, al reportar una tasa de crecimiento de 3% en 2014 y de 6.3% en 2015.
Sin embargo, el presidente de la Canaintex considera que el ramo textil-vestido se ha desacelerado en 2016 y estima un crecimiento de 3.5% en el primer trimestre.
Según datos de la Secretaría de Economía, en 2015 el sector textil-vestido atrajo 99.4 millones de dólares (mdd) de inversión extranjera directa, mientras que en el primer trimestre de 2016 ha captado 3.6 mdd.
Foto: Cuartoscuro
No nos cerramos al comercio mundial: Canainve
En entrevista por separado, José Manuel Martínez Cabrera, director general de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canainve), coincide en que la importación de mercancía a precios dumping constituye el principal freno contra el ramo texti-vestido. Y el botón de muestra es el empleo.
De enero a junio de 2016, el personal ocupado del sector aumentó 1.5%, tasa que pudo llegar a 3.5% si se combatiera la ilegalidad.
“No pretendemos imponer un control de precios o cerrar el país al comercio internacional, sino frenar la ilegalidad sin obstaculizar los acuerdos globales ni las importaciones del retail”, comenta el empresario.
El crecimiento en ventas de las cadenas de autoservicio y retailers hace pensar a Juan Ayub que la mezclilla subvaluada pudo haber terminado en el mercado formal.
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Por tanto, el líder empresarial invita a fomentar una mayor responsabilidad social sustentada en reconocer que los productos hechos en México tienen buena calidad y precios competitivos y asienta que “la cadena textil no busca medidas proteccionistas, sino defensivas”.
Además del contrabando de bienes, otros retos para el ramo texti-vestido en los meses subsecuentes consiste en que se estabilice el tipo de cambio, ya que sus variaciones encarecen la importación de bienes de capital, advierte Martínez Cabrera.
Asimismo, que se consolide la compra de Suburbia -que concentra 15% de las ventas de ropa en México y posee buena base de proveeduría nacional- a cargo de la cadena Liverpool y, por último, que logre mantenerse la tendencia positiva de la subrama otras confecciones -que incluye artículos para la industria automotriz, prendas para uso quirúrgico y hospitalario y blancos-, que entre enero de 2010 y finales de 2015, vio crecer su fuerza de trabajo de 72,000 a 104,000 empleados.