Maguey pulquero, el otro ‘oro verde’ de México

Un cultivo sustentable y rentable es el agave pulquero, planta originaria de México, de la cual se pueden obtener diversos beneficios: desde el tradicional pulque hasta productos novedosos como los biocombustibles.

“El agave pulquero es México”, comentó Humberto Ordoñez López, presidente del Sistema Producto Agave Pulquero Puebla AC, una organización que agrupa a 300 productores del estado.

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Esta organización civil colabora con todos los eslabones de la cadena productiva, como productores, comercializadores, industrializadores, expertos de centros de investigación y proveedores, con el propósito de fortalecer el cultivo del maguey pulquero en Puebla.

“Hay que rescatar y desarrollar la producción de agave pulquero, considerando que Puebla es el centro de origen de dos grandes cultivos de Mesoamérica, el maíz y el agave pulquero desde hace 10,000 años, ambos en la región de Tehuacán y ambos han dado sustento al hombre”, aseguró.

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Ordoñez López destacó la generosidad de esta planta, ya que no requiere de mucha agua para su cultivo ni de fertilizantes, además de que ayuda a la recuperación de los suelos y se aprovecha 100%.

Actualmente, 85 municipios poblanos —de un total de 217— producen el pulque. Tales demarcaciones están ubicadas principalmente en las sierras Negra, Norte y Nororiental, así como en Valles de Serdán y algunos valles de los volcanes.

Retorno de inversión en 1 año

Se estima que a nivel nacional, Puebla ocupa los primeros lugares al tener el mayor número de plantaciones tan solo en la región de Zacatlán, con cerca de 50,000 hectáreas de agave.

“El maguey pulquero es una alternativa para reconvertir los campos de monocultivo como maíz, frijol y cebada; además de que contribuye al rescate de los suelos agotados”, dijo el productor.

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De manera tradicional las plantaciones del agave se realizan antes de las lluvias, pero en realidad puede sembrarse todo el año. Las siembras son en promedio de 1,000 plantas por hectárea y, de cada planta, se pueden obtener 1,000 litros de pulque, es decir que por hectárea se extrae 1 millón de litros.

Se requiere una inversión de 50,000 pesos por hectárea para comenzar a trabajar, los cuales se recuperan al primer año.

Foto: Notimex

El agave pulquero lo primero que produce es una plántula desde el primer año de vida, también genera cerca de 20 hijuelos por año, mismos que pueden ser plantados para iniciar con nuevos magueyes.

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Al tercer año de cultivado el maguey pulquero produce pencas que también tienen una gran demanda, ya que se ocupan para la barbacoa. De igual manera se produce el papel para el mixiote, que es la cutícula del agave.

Esta planta cuando llega a su madurez, después de ocho años de cultivada y de alcanzar de 80 a 90 centímetros de alto, ya produce aguamiel, así como semillas, las cuales se dejan florear para obtener miles de una sola planta.

Fuente de salud y de energía

Las pencas pueden aprovecharse secas para combustible, como si fuera leña o carbón, y la hoja como forraje.

La fibra que contienen las pencas también puede convertirse en harina para galletas o tortillas o bien para la obtención de hilos que sirven en el armado de costales y cordeles, entre otros.

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“Podemos extraer también los gusanos —un platillo conocido a nivel internacional—, pero lo más importante de los derivados del maguey pulquero es que todos estos productos pueden ser bien aprovechados de tal manera que previenen la diabetes y la obesidad”, expuso Ordóñez López.

Un maguey joven, de cinco a seis años de cultivo, también genera inulina, un componente que a nivel mundial comienza a utilizarse en los tratamientos para combatir enfermedades gastrointestinales, porque ayuda a restablecer la flora intestinal.

También se emplea en la atención de la diabetes, porque ayuda a reducir los índices glucémicos.

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En el caso del biocombustible, éste se obtiene a través de la biomasa fermentada para producir etanol, pero los trabajos de investigación al respecto son incipientes en Puebla.

“Las autoridades deben de apoyar a los productores mexicanos porque otros países ya están trabajando mucho, tal es el caso de India, Australia y Nuevo México que producen biocombustible”, concluyó Ordóñez López.