La homologación salarial del sector manufacturero es inviable

Elevar los salarios manufactureros de México a los niveles de Estados Unidos y Canadá será perjudicial para todos los tres socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que se encarecerán los costos de producción de empresas como las automotrices y las fábricas se verán forzadas a adquirir robots.

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Este es el escenario que vislumbran empresarios y especialistas consultados sobre la posibilidad de que México ceda a las presiones de sus socios canadienses y norteamericanos, quienes han cuestionado en las actuales rondas de revisión del TLCAN los bajos salarios que se pagan en el país.

El salario medio del sector manufacturero de México es hoy día de 2.3 dólares por hora, que al tipo de cambio actual representa 46 pesos la hora. En cambio, las empresas manufactureras de Estados Unidos pagan un promedio de 20.9 dólares ―esto es 418 pesos por hora―, según los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con corte a agosto pasado.

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“Estados Unidos alega que perdió empleos por culpa del TLCAN, pero la verdad es que los perdió porque dejó de ser competitivo”, asegura Mario Hernández, quien lleva 25 años como asesor de la industria manufacturera en la empresa de consultoría KPMG.

Los norteamericanos “tienen salarios muy altos y por eso también productos muy caros”, refiere el experto.

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La realidad le da la razón. “En el caso de San Luis Potosí (donde Ford canceló una inversión de mil 600 mdd), México perdió 5,000 empleos pero el corporativo, al irse a Estados Unidos, sólo va a generar 300. Ahí no gana nadie”, advierte Hernández.

El riesgo de una estampida de inversiones

Pero si México hiciera caso de las exigencias de sus socios para aumentar de un plumazo las remuneraciones manufactureras, ¿cuál sería el efecto? Las industrias se van a robotizar, al invertir en maquinaria para automatizar procesos y eliminar puestos de trabajo, o bien se van a mover hacia países con mano de obra más barata. “En el caso de México, la consecuencia es que las fábricas se irían a Centroamérica”, refiere el consultor.

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“Trataré de ser prudente”, dice Juan Francisco Torres Landa, director del despacho de asesoría jurídica Hogan Lovells al responder sobre las críticas de Estados Unidos y Canadá.

"En su reducida capacidad de análisis de lo que es un tratado de libre comercio, ellos consideran que los salarios menores en México representan una desventaja competitiva y la única forma que ven de solucionarlo es eliminar esa asimetría. La verdad es que la petición ni siquiera implica movilidad migratoria de la fuerza laboral, lo cual podría darle algún mérito”.

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Por el contrario, los norteamericanos plantearon no sólo homologar los salarios sino modificar las reglas de origen de los automóviles: subir su contenido regional de 62.5% al 85%.

Actualmente, un vehículo producido en México se vende libremente en Estados Unidos y Canadá si el 62.5% de sus partes provienen de alguno de los países que forman el TLCAN.

Un despropósito

Torres Landa considera que haber puesto sobre la mesa el aumento salarial fue un despropósito. “No existe antecedente de algún tratado de libre comercio que implique injerencia en los salarios”, dice Torres Landa.

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“Pensemos en la Unión Europea que es el mayor ejemplo de integración. Nadie ha siquiera insinuado alguna vez que haya una regulación de salarios. Y los griegos ganan una fracción de lo que ganan los italianos, que a su vez ganan una fracción de lo que es el salario en Francia”, observa el experto.

Además “no hay que cerrar los ojos a algo evidente –señala Mario Hernández– y es que nos han puesto el dedo en la llaga. Si comparas el nivel de crecimiento de los salarios con Estados Unidos y Canadá es obvio que el de ellos es más alto. Pero en comparación con Sudamérica y Centroamérica, México tiene que mantenerse competitivo”.

Bajos salarios ¿en comparación con qué?

La relación entre el sueldo manufacturero de México y el de Estados Unidos es casi de uno a 10; sin embargo, en el contexto nacional, el sector manufacturero es de los mejor pagados en nuestro país.

“Los salarios manufactureros son 18% más altos que en ramos como el comercial o de servicios”, afirma Francisco Cuevas, presidente de la Unión de Industriales del Estado de México.

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Al mes de septiembre, un trabajador manufacturero percibió un sueldo promedio de 345.30 pesos diarios, mientras que la industria de la construcción y los establecimientos comerciales reportaron montos de 216.5 y 285.48 pesos diarios, según las estadísticas de asalariados cotizantes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Desde el “cuarto de al lado” (grupo de empresarios que acompaña y apoya al gobierno mexicano en la negociación del TLCAN), Federico Serrano Bañuelos, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), coincide en que los salarios del sector están en mejor situación que otras actividades productivas.

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“Tenemos un esquema bajo el cual se llega a pagar hasta 10 veces el salario mínimo. Esto se logra a través capacitación y certificación. La industria requiere cada vez más de servicios especializados y es la misma fábrica la que desarrolla convenios con universidades para que los obreros se capaciten y suban en el escalafón”, comenta Serrano Bañuelos.

Pone de ejemplo Tijuana, donde anteriormente la industria manufacturera centraba su demanda laboral en un puesto de técnico electrónico. “Actualmente hay más de 23 especialidades de técnicos. Eso implica una capacitación y como consecuencia, mejores salarios”, refiere el representante industrial.

Un asunto de productividad

Los empresarios y expertos consultados admitieron que México tiene camino qué recorrer para reforzar el poder adquisitivo del salario manufacturero, sin embargo aclararon que se trata de un proceso de largo plazo.

El presidente de los industriales en el Estado de México lo explica de este modo: “Los empresarios somos partidarios de incrementar los sueldos y salarios”. Pero aclara que no por decreto ni en la medida en que exigió Estados Unidos en la reciente cuarta ronda de negociación.

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Lo que necesita la industria manufacturera para que suban los salarios es aumentar su nivel de productividad, dicen los especialistas consultados.
Actualmente, los sectores que pueden pagar mejores sueldos son las de autopartes, química, aeroespacial y algunas empresas textiles. “Pero estamos hablando de incrementos de sólo unos cuantos puntos por encima de la inflación”, dice Francisco Cuevas.

Por eso, el dilema para la industria manufacturera mexicana no es subir los salarios sino aumentar la productividad y aumentar los bonos de capacitación.