En este lugar el dinero sí lo es todo
Nota del editor: El texto completo de este artículo lo puedes consultar en la edición 263 de la revista Manufactura, La ingeniería del lujo, correspondiente a noviembre de 2017.
Los billetes mexicanos tienen un proceso de fabricación que dura tres meses antes de que estén en circulación. Se trata de una actividad altamente automatizada, aunque intervienen 300 personas en su elaboración, sobre todo en labores de supervisión.
Recomendamos: México y la ingeniería del lujo
En la Casa de Moneda de la Ciudad de México la producción empieza en dos impresoras ófset —método de impresión especial para papel, similar a la litografía— que se alimentan con 10,000 hojas de papel algodón o de polímero —dependiendo de la denominación—, insumos que se importan desde Alemania, Canadá, Francia, Reino Unido y Suecia.
El papel moneda se imprime por anverso y reverso en un solo paso. Esto significa que en cada tanda de 10,000 hojas se generan 600,000 billetes en promedio. Alejandro Alegre Rabiela, director de Emisiones del Banco de México, asegura que solo dos empresas, una alemana y una suiza, fabrican y proveen la tinta para este proceso.
Leer: Banxico prepara la fábrica de billetes más moderna del país