México tiene armas para defenderse de los aranceles al acero y aluminio
México puede aplicar aranceles a Estados Unidos, en caso de que este país imponga cuotas a las importaciones de acero y aluminio de producción mexicana.
Estamos conscientes que una medida como la 232 va a causar una distorsión en el mercado. México tendrá que reaccionar de manera equivalente, tendrá que reaccionar en medio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es un irritante para México y otros países”, expresó Salvador Behar, jefe negociador adjunto del equipo mexicano.
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El jueves pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que aplicará aranceles de 25% a las importaciones de acero, y de 10% al aluminio, por razones de seguridad nacional y con base en una disposición propiamente estadounidense, conocida como la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 de aquel país.
México tendrá que esperar a que Estados Unidos anuncie el próximo martes si estos aranceles que se aplicarán a nivel mundial, aplicarán a México, ya que puede hacer una excepción por pertenecer al TLCAN y ser socios estratégicos, comentó Kenneth Smith, jefe negociador mexicano a la prensa en el hotel sede de la ronda 7.
Sin embargo, Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, dijo ayer domingo que el gobierno de ese país no prevé excepciones de países para esta medida, según información difundida por la agencia Reuters.
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“La medida que Estados Unidos pretende imponer puede resultar violatoria del TLCAN, la Organización Mundial de Comercio (OMC), e inclusive del debido proceso estadounidense, por lo que las empresas podrán evaluar acciones individuales a seguir, como solicitar a la Secretaría de Economía que inicie una reclamación ante la OMC", dijo Alejandro Gómez, socio de la práctica de Comercio Internacional de Gardere, Arena y Asociados.
En su defensa, México puede aplicar cualquier medida similar equivalente al daño económico que cause la aplicación de los aranceles al acero y aluminio mexicanos, pueden ser aranceles a productos estadounidenses, cupos (restringir el limite de los envíos estadounidenses libres de impuestos), o cupos estacionales, explicó el socio del despacho legal Santamarina & Steta, Alejandro Luna.
Estas medidas pueden aplicarse a partir del anexo 805 del TLCAN, el cual es el camino más rápido, ya que pueden imponerse en cuestión de meses, detalló Luna.
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Apelar a este mecanismo será lo más conveniente, en vez de solicitar paneles de solución de controversias que pueden durar meses y hasta años, para impugnar estas medidas a través de la OMC o al capítulo 19 del TLCAN (mismo que Estados Unidos quiere desaparecer del Tratado), explicó el internacionalista Enrique Zavala, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).
En entrevista, Zavala explicó que las medidas que puede imponer México ya han sido aplicadas.
El caso más conocido es la aplicación de aranceles a más de 100 productos, cuando en el sexenio de Felipe Calderón, Estados Unidos, no cumplió con las disposiciones en materia de transporte transfronterizo estipuladas en el TLCAN en sus inicios, detalló Zavala.
México no es un peligro para EU
Estados Unidos apela al artículo de comercio mencionado con el argumento de que las exportaciones de países como China y México a su país atentan contra su seguridad nacional. Esto significa que al depender de acero importado de países como China, Canadá o México pone en riesgo su fabricación de equipamiento bélico, como aviones, tanques, armas, misiles, camiones, explicó Luna.
“Estados Unidos busca garantizar el desarrollo de acereras locales y no depender de los envíos de acero extranjero, en caso de que vaya a la guerra”, dijo el especialista.
Pero las empresas nacionales pueden demostrar que su producción y exportación no representa un riesgo para Estados Unidos, por el contrario, complementa a la producción de algunas cadenas productivas, dijo José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico.
“Estados Unidos debe excluir a México de la imposición de aranceles que el presidente Donald Trump anunció", sostiene De la Cruz.
El vecino del norte mantiene un superávit estructural con México en producción y manufacturas de hierro y acero, aluminio y sus manufacturas.
Con base en las cifras del Buró de Censos, De la Cruz asegura que las ventas mexicanas de fundición de hierro y acero en 2017 representaron 6.2% del total de importaciones estadounidenses. Ese mismo año, México exportó 4,532 millones de dólares de manufacturas de hierro y acero a Estados Unidos, 11.6% del total.
