Si tú ejerces alguno de estos oficios, puede que tu trabajo esté en riesgo
De 3% a 14% de la fuerza laboral en el mundo necesitará evolucionar en su oficio o profesión, con el propósito de adaptarse a los cambios que el uso de las tecnologías como inteligencia artificial, robótica y otras formas de automatización provocarán en las fábricas del futuro, advierte McKinsey, empresa de consultoría empresarial, en sus previsiones sobre lo que sucederá con el mundo del trabajo hacia 2030.
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Mauro González, socio de la empresa consultora Salles Sainz Grant Thornton, coincide en que la Industria 4.0 traerá en el mundo —México incluido— una reconversión del trabajo, que implicará la reducción de personal en las fábricas y eventualmente la desaparición de algunos oficios.
Sin embargo, matiza que es poco probable que la automatización destruya en el futuro inmediato las ocupaciones de forma completa. “Más bien, cambiará la índole y la cantidad de las tareas que abarcan la mayoría de las profesiones”, comentó el experto.
En su investigación ‘Un futuro que funciona: automatización, empleo y productividad’, McKinsey analizó más de 2,000 actividades laborales en 800 profesiones de todo el mundo y determinó que cerca de la mitad tienen potencial de ser automatizadas si las empresas adoptan nuevas tecnologías.
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Visto por sector de actividad productiva, destaca que la industria manufacturera es de las que más potencial tiene de automatizarse a nivel mundial (64%), seguida de la construcción (44%), cuidado de la salud (38%), agricultura, silvicultura, pesca y caza (50%), además de transporte y almacenamiento (60%).
En lo que se refiere a tipo de funciones factibles de automatizarse, el reporte de McKinsey destaca procesamiento de datos (69%) y compilación de datos (64%), además de labores físicas predecibles como los mecánicos generales (81%).
Oficios en riesgo
En el reporte ‘¿Realmente los robots robarán nuestros trabajos?’ la empresa de consultoría PWC refiere que los operadores y ensambladores de máquinas —cuyas tareas son rutinarias— tienen una alta posibilidad de ser sustituidos por robots ya que poseen la capacidad de trabajar dos turnos.
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Este es el caso de los soldadores, los encargados de almacén y los operadores de transporte, además de los trabajadores de textiles y vestido y los moldeadores de metal y plástico, entre otros.
En este sentido, las fábricas operarán más de 50% de sus procesos de forma automatizada, pues toda la actividad repetitiva será realizada por máquinas.
De tal forma que sólo una o dos personas supervisarán las líneas de producción, pero también habrá trabajadores involucrados de forma activa en la operación de las máquinas y requerirán de mayor especialización, comenta Mario Hernández, socio líder del segmento industria manufacturera y maquiladora de exportación (IMMEX) de KPMG México.
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“En un futuro cercano, el sector minero seguirá presentando cambios, debido a que la extracción de los minerales es una actividad de alto riesgo”, añade el experto. Consecuentemente, la tendencia mundial apunta a que en esta industria aumentará el uso de tecnología y que solicitará de menos personal para la obtención y beneficio de los los metales y productos no metálicos.
Sin embargo, la destrucción de trabajos a causa de la automatización no será permanente, pues al mismo tiempo se crearán nuevas plazas de empleo en una proporción de 30%-40%, que variará conforme a cada actividad productiva, comenta Carlos Zegarra, socio Consultor de Gestión de PWC.
“No creemos, contrario a algunas predicciones, que la automatización conducirá al desempleo masivo en la década de 2030, más de lo que ha ocurrido en décadas desde que la revolución digital comenzó”, agrega Zegarra.
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El avance de la adopción de la automatización puede llevar décadas, dependiendo de cada país, debido al costo de desarrollar soluciones tecnológicas, el entorno económico, la instrumentación en los sectores productivos y el entrenamiento de la fuerza de trabajo que se va a requerir.