El Conacyt ha financiado más a empresas que a investigadores

La científica María Elena Álvarez-Buylla, propuesta para ser la nueva directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), advierte que este organismo enfocará sus esfuerzos en apoyar a la investigación científica realizada en las universidades y centros de investigación, ya que en los últimos años los recursos del organismo se han utilizado para apoyar a grandes empresas.

A unos días de realizarse el cambio de poderes a nivel federal, la futura funcionaria informó también que el Conacyt cambiará de nombre a Consejo de las Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Cohnacyt), y que otra de las prioridades de la agenda de la institución será la repatriación de científicos que radican en el extranjero, para “recuperar la inversión” que el país hizo en ellos.

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Este año, María Elena Álvarez-Buylla recibió de manos del presidente Enrique Peña Nieto el Premio Nacional de Ciencias y Tecnología 2017, en el campo de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, pero fue invitada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador —conocido como AMLO—, para formar parte de su gabinete.

En entrevista, la científica manifestó la necesidad de evaluar los programas existentes y de convertir al Conacyt en un verdadero articulador de esfuerzos, para dejar de ser un organismo "con una feria o multiplicidad de convocatorias”, que atomizan los recursos financieros y que absorben el tiempo del Consejo y de la comunidad académica.

México carece de soberanía científica

Álvarez-Buylla también calificó como realmente sorprendente el hecho de que, a través del Consejo, el Gobierno mexicano realice una importante transferencia de recursos públicos a empresas grandes. En los últimos seis años, se han destinado para el sector empresarial al menos 22,342 millones de pesos (mdp) en aportaciones líquidas y, en 75% de los casos, se ha apoyado a empresas grandes, dijo la futura funcionaria.

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"Esta estrategia ha fallado. Además de mermar el apoyo a la ciencia de frontera y pertinente en México, no ha habido crecimiento y no se logró soberanía científica o tecnológica, aumentó el deterioro ambiental y el rezago social”, criticó la científica.

En contraste, se aportaron únicamente poco más de 400 mdp para apoyar la ciencia básica de toda la comunidad científica. Participaron más de 5,000 proyectos, pero solo se benefició 5%.

Dejar de competir y mejor colaborar

María Elena Álvarez-Buylla mencionó también la necesidad de establecer programas de repatriación de científicos, en aras de recuperar la inversión que el Estado mexicano hizo en casi 30,000 investigadores de alto nivel que están fuera del país y que al menos 75% de ellos son líderes en sus campos en universidades o empresas privadas.

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Se les convocará a participar en los nuevos Programas Nacionales Estratégicos del Consejo o se buscará repatriarlos.

"Es una inversión que hizo el Gobierno de México y habría que ver cómo se recupera, cómo hacemos que regresen a través de un programa de repatriación; hubo acciones de esta naturaleza pero dejaron de hacerse", aseguró la futura funcionaria.

Álvarez-Buylla —quien también es coordinadora de Investigación del Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— advierte que será necesario dejar de "repartir los recursos de una manera que sólo promueve más que una colaboración, una competencia a ultranza, y apostar por un trabajo más articulado, de cooperación".

Aumentar las becas

La científica refirió que el próximo Gobierno —que abarcará el periodo 2018-2024— hará un esfuerzo por aumentar el monto de becas para posgrado y también para formar a nuevos científicos.

En este sentido, Álvarez-Buylla hizo ver la importancia de "evaluar con detenimiento" los mecanismos en la asignación de becas para la formación de investigadores en el extranjero, la operación de consorcios de transferencia tecnológica, los criterios de evaluación en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) o los programas fondos mixtos y el Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación, que en algunos casos implican transferencias adicionales a empresas.

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La futura funcionaria también platea revisar y reducir el gasto que el Conacyt ha hecho en una amplia diversidad de contratos a terceros.