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¿Recuperarán fabricantes de bicicletas mexicanas un sector dominado por China?

En la última década, la venta de bicicletas en México ha caído 45% por el dominio chino, pero las inversiones no paran y la industria ve oportunidades.
lun 30 diciembre 2019 01:22 PM
Bicicleta
El gigante asiático corre el riesgo de que se le apliquen aranceles a partir del conflicto comercial con Estados Unidos, el mercado con mayor potencial para los mexicanos.

David contra Goliat: así se ve la batalla de los fabricantes mexicanos de bicicletas para recuperar terreno frente a la manufactura china que, con sus bajos costos, arrasa tanto en el mercado nacional como en el extranjero.

Sin embargo, el gigante asiático corre el riesgo de que se le apliquen aranceles a partir del conflicto comercial con Estados Unidos, el mercado con mayor potencial para los mexicanos y en el que China acapara de 90 a 95% de las unidades importadas. En este entorno es en el que los fabricantes mexicanos quieren abrirse paso.

Uno de ellos es Grupo Mercurio, que inauguró, en agosto pasado, un nuevo clúster industrial en San Luis Potosí tras invertir 500 millones de pesos (mdp), con el que aumentará 60% su capacidad de producción, hasta las 800,000 unidades anuales.

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La empresa destinará 75% para la colocación en el mercado nacional y 25% se exportará a mercados como el estadounidense, aprovechando la amenaza de su presidente, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a los productos chinos. “Esto significa una gran oportunidad para empresas mexicanas de exportar al mercado más grande, que es Estados Unidos”, dice Luis Fernando Larriva, director general de Bicicletas Mercurio.

Las bicicletas mexicanas tienen una norma de origen que pide que 50% de los componentes de cada unidad sea de la región norteamericana para importarse libremente. En algunos modelos y componentes de aluminio se cumple con ello, pero otros –como los hechos de fibra de carbono o con componentes premium– no son exportables sin cargos adicionales.

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Aprovechar esta ventaja se vuelve crucial. Fernando Mejía, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bicicletas (Anafabi), refiere que, en los últimos cinco años, las ventas de unidades mexicanas se han estancado en 1.5 millones de unidades anuales. Según datos de la asociación, entre 2007 y 2018, las ventas han caído 45%.

“Las ventas se encuentran estancadas ante la incertidumbre de nuestros clientes y la falta de presupuesto para programas sociales. (…) La producción se ha estancado, entre otros motivos, por la bicicleta importada y los dispositivos electrónicos que distraen el gasto de las familias”, asegura Mejía.La historia es la misma con las exportaciones, agrega, aunque no da indicadores y se limita a decir que son “demasiado bajas”.

La industria de las bicicletas mexicanas –estimada en 5,000 MDP– es madura, con crecimientos marginales en los últimos años, pero con muchas oportunidades, considera Larriva. “Los nichos profesionales, por ejemplo, incrementan más que los masivos. Shimano –marca japonesa de componentes de la que Mercurio es distribuidor– tiene 70% del mercado nacional y hay más puntos de venta y de servicio que antes”.

César Ramos, director corporativo ejecutivo de Grupo Mercurio, indica que en la industria se diferencian, al menos, cuatro nichos: de uso recreacional, de convivencia familiar, de recreación urbana y movilidad y unidades pensadas para la aventura y el alto rendimiento.

Pero dentro de cada segmento también hay emprendedores que quieren diferenciarse de la producción masiva. Uno de ellos es Diego Cárdenas, fundador de Bamboocycles, que desde 2010 fabrica marcos y bicicletas de bambú, un concepto que ha logrado abrirse paso hacia Estados Unidos, adonde exporta la mitad de sus unidades. “A nuestros usuarios no les interesa tanto el performance ni nuevos modelos. Nuestras bicis son objetos funcionales que comunican otro tipo de cosas, a pesar de que sí tienen características de alto rendimiento”, señala.

Del otro lado de la frontera, la firma ha hallado en la web un grupo de usuarios de objetos hechos a mano. “La gente aprecia el valor distinto, es un mercado que busca objetos especiales”. Por ello, Bamboocycles está explorando otras unidades de negocio, como el de talleres en línea donde, con el concepto ‘házlo tú mismo’, la gente pueda fabricar sus marcos de bambú.

Aunque la mano de obra es nacional, Cárdenas admite que los componentes son asiáticos. Y aunque proyectos como el clúster industrial de Mercurio pretenden impulsar la proveeduría mexicana, el entorno no deja de ser adverso.

“Queremos que las empresas vendan más. Nuestros asociados han hecho inversiones para modernizar la producción. Necesitamos más apoyo de las autoridades, ya que aparecen y desaparecen importadores que no se dedican al ramo y hacen daño a la industria”, dice Mejía.

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