Zodiac Aerospace, Mabe y miembros del Clúster Automotriz de Querétaro, trabajan con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para lograr la primera producción de ventiladores mecánicos en el país, que serán utilizados para atender a los pacientes graves de Covid-19 que lo requieran en instituciones de salud públicas.
Se trata de un primer lote de 700 ventiladores mecánicos invasivos que involucran diseño mexicano, los cuales se espera estén listos hacia el 15 de mayo, fecha en la que se prevén los primeros picos epidémicos en las diferentes partes de país, de acuerdo con la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla.
Son dos modelos de ventiladores que serán desarrollados como parte de un ecosistema de innovación emergente integrado por el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), el Centro de investigación de Materiales Avanzados (Cimav), y el Centro de Tecnología Avanzada (CIATEQ), entre otros centros públicos de investigación.
El primero de ellos fue desarrollado por el CIDESI y toma como referente elementos básicos de un diseño que compartió el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) que se basa en uso de bolsas AMBU. Según Álvarez-Buylla, hasta ahora no se habían desarrollado para uso comercial.
De este se prevé un lote de 200 unidades. Zodiac Aeroespace y Mabe fabricarán sin costo las tarjetas electrónicas diseñadas por el CIDESI, mientras que las empresas del ramo automotriz en Querétaro proveerán algunos ensambles. Este viernes 24 de abril el prototipo será sometido a últimas pruebas con seres vivos.
Zodiac Aerospace, de Grupo Safrán, manufacturará el segundo modelo denominado Gätsi (suspiro en Otomí) diseñado por la empresa Dydetec a partir de un modelo de control de gases de la empresa Biossmann. Este equipo busca ser una alternativa viable en caso de que el modelo anterior muestre algún problema en las pruebas, y a diferencia del anterior, este ya tiene las certificaciones necesarias para su manufactura por parte de Cofepris.
El primer lote será de 500 ventiladores pero la capacidad de ensamble puede aumentar hasta 1,000 unidades en caso de ser requerido, según la Directora de Conacyt quien destacó que la manufactura de ambos equipos son más económicos respecto a la oferta disponible en el extranjero y sobre todo, en esta época de alta demanda”.
Los costos van de entre 240,000 a 285,000 pesos para el caso de los equipos modelo Gätsi y de 137,000 pesos por unidad, para el desarrollado por el CIDESI. De tal forma que la producción de estas 700 unidades tendrá un valor aproximado de entre 147.4 millones de pesos y 169.9 millones de pesos, según los datos ofrecidos por Conacyt.
El anuncio de este esquema de innovación conjunta se realizó en la conferencia vespertina donde la Secretaría de Salud informa sobre el estado que guarda la pandemia de Covid-19 en el país.
Ahí, la funcionaria indicó que junto con otras dependencia han identificado otros 25 nuevos desarrollos de ventiladores que se han propuesto a partir de la contingencia. Diez son de tipo AMBU Bag (bolsa), cinco de pistón, ocho de control de gases y dos de turbina, entre estas últimas uno desarrollado por la empresa Medtronic.
¿Rumbo a una independencia tecnológica?
En días recientes se ha informado sobre compras de estos ventiladores mecánicos considerados como críticos para la atención de pacientes graves, así como de equipo de protección para el personal de salud incluyendo la máscaras N95, guantes y caretas, entre otros.
La titular del Conacyt refirió que estas compras pusieron en evidencia la carencia de una capacidad instalada de producción nacional de estos elementos; por lo que la fabricación de los ventiladores es parte de la meta a largo plazo de “lograr una independencia tecnológica”.
El gobierno de México tuvo que comprar equipos a sabiendas de que el país no tiene una (propia) capacidad instalada de producción. Esto se está resarciendo, por lo menos, inicialmente
La conformación de este ecosistema de innovación emergente, dijo, forma parte del Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia que fue implementado a inicios de enero como respuesta al arribo previsto de la pandemia al país.
Además del foco en dispositivos médicos estratégicos de manufactura nacional, el Proyecto considera trabajos desarrollados por científicos de datos y matemáticos de varias universidades como la UNAM y centros públicos de investigación del Conacyt, así como la articulación de ensayos clínicos.
Finalmente, la funcionaria remarcó que el desarrollo del Proyecto deriva de la reorganización que a inicios de año se hizo de los Programas Nacionales Estratégicos entre ellos el de salud, que en su interior guardaba el Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia de Virología, y uno de inmunoterapia.