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En esta 'ciudad' Boeing fabrica su flota de largo alcance

El complejo mide el equivalente al tamaño del Vaticano.
vie 08 abril 2016 11:56 AM
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boeing_planta_01 - (Foto: Boeing/Cortes�a)

Para albergar a la 'reina de los cielos', el Intercontinental 747-8 de Boeing, es necesario tener una ciudad del tamaño del Vaticano. A eso equivale la extensión de su fábrica, localizada a unos 40 kilómetros al norte de Seattle.

Además de fabricar este avión de cuatro motores que mide 19 metros de alto y 74 de largo, Boeing también manufactura la línea de producción del 777, el nuevo 777X, que entrará en servicio en 2020, y el famoso 787 Dreamliner.

La coronación de 'la reina'

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Destreza, cuidado al detalle y no ser claustrofóbico son algunas de las cualidades que deben tener los trabajadores para construir este avión y unir alrededor de 18 millones de piezas. Al menos 80% del trabajo para coronar a esta reina de dos pisos es manual. 

El proceso inicia con el armado del fuselaje, el cual es trasladado por medio de una grúa, con capacidad de 40 toneladas y que recorre toda la fábrica, para colocarlo en un sistema creado por Boeing, el cual permite rotar el armazón del avión y que los trabajadores puedan trabajar de manera más sencilla. 

Una vez armado el fuselaje de aluminio, cubierto con un vinil verde para evitar que se maltrate en el proceso, se le colocan unas enormes pesas en las alas. "Éstas son necesarias mientras la aeronave no tenga motor, de lo contrario la nariz del avión se levantaría", explica Ray Cartimbuhan, director operativo de la fábrica.

Vista general del complejo de Everett. Foto: Boeing/Cortesía

En esta primera fase, se instalan los cuatro motores y se conectan desde las alas, hasta las líneas de combustible que alimentan a los motores. Es aquí donde la habilidad y paciencia de los trabajadores juegan un papel clave, para llegar a la parte más angosta de las alas.

El tanque central de combustible del 747 mide más de dos metros de alto, por lo que su instalación no implica grandes esfuerzos. Sin embargo, en las alas, el espacio se hace tan estrecho que la persona que hace esta labor tiene que decidir, antes de introducirse, en qué sentido colocar su cabeza, pues no puede girarla al estar dentro.

Una vez instalados los motores sobre el avión, es momento de pasar a la última posición. En esta etapa se une el fuselaje con las alas que pesan 79 toneladas. "Para eso se tienen dos grandes estructuras que permiten soportar el peso, y utilizamos gatos hidráulicos", detalló Ray Cartimbuhan.

Al final se colocal el tren de aterrizaje y se instalan los interiores, los cuales varían dependiendo del gusto del cliente. El proceso para la munfactura del 747 es de cuatro meses.

Nota:  Boeing busca volar más alto con el Dreamliner

Es la planta de mayor volumen en el mundo, con más 13,000 kilómetros cúbicos. Foto. Boeing/Cortesía.

787, el gigante post 11-SA

La fabricación de este modelo, quizá el más conocido por el problema que tuvo hace un par de años con las baterías y el software, es la más avanzada y más rápida en esta planta. La 'piel' del 787 es de fibra de carbono, para hacerlo más ligero y permite presurizar la cabina a unos 1,800 metros, 600 menos que otras aeronaves, lo que repercute de manera positiva en el estado físico del pasejero, según estudios de Boeing, la NASA, Rolls Royce y GE.

A la planta de Everett arriba el fuselaje ya armado desde la planta de Charleston, Carolina del Sur, donde se fabrica la versión más grande del Dreamliner 787-10.

Una vez que el fuselaje está dentro de la fábrica, se inicia la unión de las alas mediante unas ventosas, un sistema robótico que en Boeing se llama flex track. Después se instala el motor, el tren de aterrizaje y prácticamente está listo el avión. El uso de tecnología en esta línea y el hecho de que el fuselaje viene armado les permite fabricar 10 aviones al mes, siete en Everett y tres en Charleston.

Nota:  Boeing 'pule las alas' de su primer 737 MAX

Boeing ha construido 3,600 aviones en esta planta. Foto: Boeing/Cortesía

777, fabricación automotizada

El proceso de esta aeronave de 73 metros de largo y 18.5 metros de alto es similar al del 747, sólo que es más automatizado, lo que permite producir un promedio de ocho aviones al mes.

Los trabajos de unión de las alas y los tanques de los motores se realizan en movimiento, hasta que la aeronave quede en posición de salida, por lo que las sillas y mesas de los trabajadores están encadenadas a la aeronave. Uno de los actores que permiten ahorrar tiempo en el proceso de fabricación es que a diferencia del Intercontinental,en el 777 se arman alrededor de seis millones de piezas. 

Una vez terminado el armado y la instalación eléctrica, estos tres gigantes se pintan para realizar pruebas y que las aerolíneas las operen desde la planta, hasta su destino final.

*Este artículo se publicó en la edición febrero-marzo de 2016 de la revista Manufactura 

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Industria Nacional de Autopartes
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