¿Qué pasará si EU quiere renegociar el TLCAN?
La renegociación o salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como la propone el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, es un proceso complejo que implicará también un golpe para la industria y los consumidores a ambos lados de la frontera.
Al aceptar la nominación del partido republicano a la Casa Blanca, Trump dijo que renegociará el pacto comercial vigente desde 1994 al que calificó como “uno de los peores acuerdos” firmados por Estados Unidos.
El TLCAN permitió en gran parte que las exportaciones de México pasaran de 60,882 (mdd) en 1994 a 380,772 mdd en 2015, un aumento de 525%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Cualquier modificación sustantiva al TLCAN es más complicada de lo que parece, pues requiere la aprobación de parte del ejecutivo y del legislativo de cada uno de los tres países que lo conforman: Estados Unidos, México y Canadá.
El Legislativo tiene que dar su venia
“Legalmente uno podría pensar en un cambio, pero requeriría del acuerdo de los ejecutivos y además el acuerdo de los legislativos de los tres países”, dijo en entrevista Luis de la Calle, quien participó en el diseño y puesta en operación del Tratado como Ministro de Asuntos Comerciales de la Embajada de México en Washington D.C.
Además, en Estados Unidos el comercio es una prerrogativa del Congreso que ha sido delegada al presidente. Pese a ello, el legislativo puede estar en desacuerdo con las decisiones y pedir que se eche para atrás la decisión.
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“Estos tratados especiales se han venido negociando a través de una autorización especial del Congreso en la que le delega la facultad de negociar el tratado y al final de la negociación dirá si lo aprueba”, comentó David Hurtado, vicepresidente de la Comisión de comercio internacional y políticas de inversión de ICC México.
¿Y si decide salirse?
Si Estados Unidos decidiera salirse del TLCAN se aplicaría la cláusula 2205 del acuerdo, que establece que debe avisar a los otros miembros con seis meses de anticipación.
Foto: Cuartoscuro
“Es un periodo de reflexión para que cambie de opinión o para poder negociar algunas cosas para que la transición sea posible (…), y le da la oportunidad al Congreso de tener un voto para echar atrás la carta que manda el presidente”, agregó De la Calle.
Volverán los aranceles
La salida de Estados Unidos del TLCAN significará también que las exportaciones mexicanas pagarán un arancel, pero también los envíos estadounidenses hacia México.
El arancel que pagarán los productos agrícolas mexicanos por entrar a Estados Unidos será de 6.4% y para los productos no agrícolas de 1.9%, según estimaciones que hace cada país ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Por el contrario, el arancel que pagarán los productos agrícolas estadounidenses por entrar a México será de 38.4% y de 7.7% para los bienes no agrícolas.
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Esas tarifas significarán un golpe para la industria de ambos países ante el grado de integración que tienen.
“Las plantas que operan en México, casi todas ellas utilizan componentes de Estados Unidos. El inverso también es cierto. Todas las plantas de Estados Unidos del sector electrónico, automóviles, aviación, químicos y muchos otros utilizan partes mexicanas”, dijo de la Calle.
La imposición de aranceles implicará que las plantas a los dos lados de la frontera perderán competitividad y que los distintos productos que se exportan aumenten de precio.
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