Lecciones de la F1 para tu empresa
Nota del editor: El artículo se publica en la edición 1202 de la revista Expansión, El nuevo rival, correspondiente a diciembre de 2016.
(CIUDAD DE MÉXICO) – El momento más complicado para un equipo de Fórmula Uno durante una carrera es el cambio de los neumáticos. Esta tarea, que conlleva unos dos segundos, puede hacer que un piloto gane o pierda una carrera.
La clave para pasar el menor tiempo posible en estas paradas, además de la calidad de las pistolas con las que quitan y ponen las ruedas, es la coordinación del personal. "Los equipos ensayan durante meses para lograr una logística con una precisión milimétrica en la zona de pits", dice Matthew Strachan, jefe de Ventas del equipo Sahara Force India.
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Si bien la velocidad y la precisión con las que un equipo de Fórmula Uno puede cambiar los neumáticos de un coche de carreras es una muestra deslumbrante para los espectadores, también se ha convertido en una cátedra para las empresas sobre cómo gestionar sus propios procesos.
Una colaboración entre el equipo McLaren Applied Technologies –la empresa creada por McLaren para dar consultoría a las empresas en sistemas de gestión– y el gigante farmacéutico GSK permitieron a este último mejorar la productividad y eficiencia en la línea de producción.
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Durante una visita a la planta de Maidenhead, donde GSK fabrica pasta de dientes y enjuague bucal, ingenieros de McLaren identificaron un cuello de botella en la línea de producción, cuando los trabajadores pasaban de fabricar productos de una marca a otra.
Los ingenieros de McLaren elaboraron un plan a partir de los principios que utilizan en la pista. El resultado fue la reducción en los tiempo de recambio de producto en la línea de 39 a sólo 15 minutos, lo cual significó la producción adicional de 6.7 millones de tubos de pasta de dientes adicionales al año, según información de McLaren.
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La cultura de la Fórmula Uno consiste en ejecutar el trabajo en periodos fugaces. Esto lleva a los ingenieros de las escuderías a zambullirse en áreas de conocimiento que pasan por aerodinámica, simulación, gestión de datos y análisis predictivo hasta eficiencia de combustible y nuevos materiales.
"Puedes tomar tecnologías o principios que fueron desarrollados para hacer que un coche de carreras vaya más rápido y aplicarlos en otros campos", asegura Strachan.
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Al igual que GSK, ahora la automotriz Mercedes-Benz está tomando nota de los procesos en la zona de pits del equipo que lleva su nombre para mejorar sus procesos internos.
"Tenemos 130 años y nos convertimos en una empresa muy tradicional. Pero hace unos cinco años nos dimos cuenta de que, con ese estilo, no íbamos a atraer a nuevos clientes ni a personal joven para trabajar con nosotros", dice Radek Jelinek, presidente y director general de Mercedes-Benz México. Desde hace tres años, la escudería arrasa en los campeonatos.
Bajo presión. Los equipos de las escuderías están preparados para ejecutar trabajos en segundos. FOTO: Phil Noble/Reuters
"Desde los pilotos y mecánicos hasta la chica que sirve el café entienden que están ahí para ayudar al negocio, y así se comportan. Ganar ha sido la consecuencia natural de esta cultura de trabajo", añade.
Hace un año, la cúpula directiva de la compañía decidió cambiar el estilo de liderazgo para agilizar sus procesos, desde la toma de decisiones hasta el desarrollo de los nuevos modelos.
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"Suena simple, pero cambiar la cultura de una empresa es una tarea complicada", señala Jelinek. Mercedes-Benz se inspiró en la Fórmula 1 para diseñar su nueva filosofía.
Según el directivo, poco a poco la compañía ha transitado hacia un liderazgo más ágil. Lo más evidente de este cambio son los nuevos diseños de los modelos. "Estos nuevos diseños, más pequeños, deportivos y dinámicos, tienen que ver con el nuevo chip que tiene la gente que está manejando la empresa", dice.
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Las ventas de vehículos de marca Mercedes subieron 13% en 2015, llegando a 1,871,511 unidades, superando a sus competidores Audi y BMW.
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Aunque ambos fabricantes de automóviles registraron ventas récord en 2015, los modelos pequeños de Mercedes impulsaron el crecimiento de la firma en China, el mercado automovilístico más grande del mundo, donde sus entregas subieron 33%.
