En la mira de los drones
Nota del editor: Este y otros artículos los puedes consultar en la edición 254 de la revista Manufactura, Tendencias de la nueva economía industrial, correspondiente a febrero de 2017.
Pero antes de replicar la entrega de paquetes como la que hiciera la firma electrónica en diciembre en Reino Unido, quienes deseen ocuparlos con fines comerciales aún tienen que superar un par de limitaciones tecnológicas y esperar cambios en el marco regulatorio.
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Para Federico González, directivo de Dronix, empresa mexicana de drones, desde un punto de vista técnico ya pueden usarse para hacer entregas.
Algunos, apunta, tienen una capacidad de carga superior a ocho kilogramos, y algunos tienen zapatas estandarizadas para cargar videocámaras que se pueden adaptar para llevar cajas y contenedores pequeños.
Prueba de su versatilidad, dice, es la dinámica que realizó hace unos meses para un evento publicitario. “Modificamos un dron colocándole una caja con un servomotor para liberar pelotas antiestrés de hule espuma”.
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Un problema es la duración de la batería, que debe aumentarse para tener un rango de alcance mayor en las entregas. En reparto urbano una autonomía de pocos minutos es razonable, pero si desean tener uso intensivo, “se necesitan baterías para decenas de minutos”, señala Iván Lira, director de asuntos corporativos en Grupo Logistics, empresa mexicana de transporte de carga.
De momento, los drones tienen una autonomía de entre 20 y 30 minutos, según el directivo de Dronix.
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A decir de Gastón Cedillo, especialista del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), la adopción de tecnología como esta aún tiene camino por recorrer: “Los sistemas de aeronavegación autónoma en drones están en fase experimental”. Lo anterior, sin contar los cambios regulatorios que necesita.
