Heineken México quiere ser líder en ahorro de agua
La industria de la cerveza es un importante consumidor de agua, ya que este insumo contribuye con 90% de la composición del producto final.
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De ahí que Cuauhtémoc Moctezuma-Heineken ha puesto en práctica en México una serie de medidas de sustentabilidad para reducir el uso de agua, sobre todo si se toma en cuenta que cuatro de las seis plantas con que posee el grupo en el país se ubican en zonas de estrés hídrico —Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León; Tecate, Baja California, y Toluca, Estado de México—, reconoció Blanca Brambila, gerente de Sustentabilidad de la empresa.
En 2010 —cuando Heineken la compró— Cuauhtémoc Moctezuma necesitaba de 4.4 litros de agua para obtener un litro de cerveza, pero al cierre de 2016 sus requerimientos bajaron a 2.8 litros.
Estos datos convierten a las plantas de México en un referente para el grupo cervecero a nivel mundial y también para el resto de la industria, añadió Blanca Brambila, ya que —según los datos de Heineken— otras empresas y marcas cerveceras internacionales reportan un promedio de 3.14 litros de agua por litro de producto.
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De las seis plantas de Cuauhtémoc Moctezuma, la de Orizaba, Veracruz, es la que reporta un mayor grado de avance, al haber conseguido en 2016 un consumo de 2.65 litros de agua por litro de cerveza.
El agua para los procesos productivos se obtiene del manantial Chicola y de tres pozos ubicados en los alrededores de la fábrica, los cuales fueron concesionados en su momento por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informaron Sergio Pérez, gerente de Servicios Técnicos, y Mario Guzmán, gerente de Recursos Humanos de esa misma fábrica.
Cambios en la producción
En un recorrido en la planta de Orizaba —donde además de cerveza se produce una línea de refrescos de Coca-cola Femsa—, los directivos explicaron que las medidas para reducir la utilización de agua consistieron en tres proyectos de análisis y adaptaciones técnicas.
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Una de ellas fue modificar unas válvulas de compensación —que se usan en la fase de fermentación— para que abrieran únicamente al 30% y dejaran pasar menos agua.
La segunda medida fue bajar la temperatura del agua que se utiliza para el enfriamiento del mosto, de 3 a 2 grados centígrados, lo que también reduce el volumen de agua requerida para esta tarea.
El tercer proyecto fue perfeccionar el lavado de dióxido de carbono (CO2) que se libera de las fases de cocimiento de la materia prima, de tal forma que sólo se necesita medio litro para limpiar 1 kilo de CO2 y dejarlo listo para que se inyecte a la cerveza. Anteriormente se ocupaba 1 litro de agua por cada kilo de CO2.
Con estas acciones, entre 2010 y 2014, la planta de Orizaba ha reducido su consumo de agua en 2 millones 24,775 metros cúbicos, refiere Sergio Pérez. Para este año, la planta de Orizaba se fijó la meta de utilizar 2.57 litros de agua por cada litro de cerveza, lo que implica una reducción adicional de 80 mililitros.
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Blanca Brambila refirió que, además de las estrategias que cada planta del grupo asuma para ahorrar agua a lo largo del proceso productivo, las cuatro que se ubican en las zonas de estrés hídrico también tienen otras metas para regresar el monto equivalente al agua utilizada en las bebidas envasadas a la cuenca, a través de medidas de compensación como reciclaje de agua y reforestación.
Todo esto se financia con el presupuesto destinado a sustentabilidad, que el año pasado fue de 100 millones de pesos.
Foto: Cortesía Heineken México.