La fórmula de la mejora continua
Nota del editor: El texto completo de este artículo lo puedes consultar en la edición 261 de la revista Manufactura, Los mejores proveedores de la industria, correspondiente a septiembre de 2017.
El OEE (Overall Equipment Efficiency o Eficiencia General de los Equipos) es el estándar en la industria para medir la eficiencia y capacidades de los procesos, pero no todas las empresas lo utilizan como una métrica que ayuda a la mejora continua.
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La utilidad del OEE es innegable pues indica las pérdidas en la producción derivadas de tiempos muertos, rendimientos limitados y problemas de calidad, lo que permite identificar dónde están ocurriendo los principales problemas para priorizar iniciativas de mejora.
Para lograr que este indicador realmente ayude a la empresa a mejorar y no se convierta en una métrica que solo se reporta es importante considerar al menos tres elementos:
1. Estandarizar el proceso de medición y los componentes de las pérdidas de producción.
2. Incluir dentro del Sistema de Gestión de la Producción un modelo de mejora continua que utilice la medición del OEE.
3. Lograr una conexión clara entre los indicadores claves de desempeño (KPI) de nivel 1, 2 y 3.
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Un primer paso para aprovechar la medición del OEE es asegurar que a lo largo de la organización se entienda lo mismo cuando se habla de esta métrica y, más allá, que se mida de la misma manera. Parte importante para lograrlo es definir el tipo de OEE que se medirá: OEE 1 considera en el denominador del cálculo la producción máxima teórica; mientras que el OEE 2 descuenta la producción máxima por tiempos muertos planeados.
Una vez definido esto es necesario precisar códigos de tiempos muertos estándar y aceptados por todas las plantas/ procesos que se medirán.
Posteriormente, es relevante determinar cómo se medirá la tasa de producción máxima teórica de la línea (puede ser basada en estándares del fabricante de las máquinas o la producción máxima demostrada; es importante medir contra un estándar máximo y no una planeación).
También es necesario entender cómo se genera, captura y reporta el desperdicio. Por último, es importante estandarizar el método de medición, de dónde saldrá la información en cada una de las plantas/procesos y cómo nos aseguramos de que todas las plantas/procesos estén midiendo toda esta información de manera homogénea.
*Los autores ostentan los siguientes cargos en AT Kearney. Julio Serna, Director, y Alejandro Martínez, Socio