“El estímulo era la única medida restante para dotar de rentabilidad y competitividad a las empresas pesqueras ante la pesca ilegal y para poder participar en mercados internacionales”, dijo en un comunicado.
Y es que las pesqueras mexicanas enfrentan una presión adicional ya que el costo del diésel mexicano es casi tres veces mayor al que se enfrentan las embarcaciones estadounidenses.
De acuerdo con la Canainpesca mientras que en México el precio promedio del diésel es de $18.73 pesos/litro, en Estados Unidos (uno de nuestros principales mercados) es de $5.96 pesos/litro y en Ecuador (con quien estamos a punto de firmar un tratado comercial) a $6.07 pesos/litro.

La Cámara, integrante de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), insistió en que el alto costo de los energéticos en México, pone en desventaja a nuestro sector frente a nuestros competidores internacionales.
Así manifestó su preocupación por que el Gobierno no está contemplando que en medio de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, cualquier aumento de costos afecta seriamente a toda la cadena productiva a una industria que de por sí ya vivía una crisis.
“Un precio competitivo del combustible asegura que operen las embarcaciones y granjas acuícolas generando empleo permanente para los 300,000 pescadores y acuacultores y detonando más de dos millones de empleos indirectos”.
“Es poco acertado que se señale que el estímulo a los combustibles pesqueros es un costo para el Gobierno; cuando en realidad es un mecanismo fiscal para otorgar a los productores un precio competitivo de los energéticos, generando múltiples beneficios económicos y sociales en la actividad y en el propio sistema hacendario”.
En el documento la Cámara pesquera asegura que con la eliminación del estímulo el gobierno cobrará el IEPS al 100%, lo que traduce esta medida como meramente recaudatoria, sin tomar las consecuencias que genera en la comunidad y a nivel país.