Persiste crisis automotriz en Brasil
Las ventas de agosto fueron por 271, 800 unidades, sumando autos, camiones y autobuses, 17.4% menos que en agosto de 2013, según datos provisionales de las concesionarios de vehículos. De acuerdo con los analistas, se trata de un dato revelador de una profundización de la crisis del sector en el país sudamericano.
Según el acumulado anual, se vendieron en Brasil 2.23 millones de vehículos entre enero y agosto, el peor resultado para los primeros ocho meses del año, desde 2010.
El retroceso de dos dígitos en las ventas es preocupante porque, al contrario de lo pronosticado por el sector, contradice las previsiones de un alza de ventas tras la Copa del Mundo, cuando los fabricantes se quejaron de los numerosos feriados.
Las ventas internas constituyen el principal mercado de los autos hechos en Brasil, a diferencia de México, que exporta más del doble de lo que consume su mercado.
La suma de estas caídas mensuales daña al sector automotriz del país, que no puede diversificar sus mercados internacionales por la falta de competitividad.
El dato sobre la caída de las ventas se ve agravado por la incapaz de Brasil de exportar el excedente de su producción, pues el retroceso en las ventas al exterior acumula entre enero y julio 35.4 por ciento respecto a los primeros siete meses de 2013.
Esto se debe en buena parte a la crisis y a los controles a la importación impuestos en Argentina, país al que Brasil vende cuatro de cada cinco autos que exporta.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff anunció en agosto la extensión del período de reducciones fiscales para el sector, que debía terminar el 1 de julio y fue ampliado hasta finales de año.
El objetivo de la medida es revertir el impacto en los resultados negativos de los fabricantes en un año de desaceleración económica generalizada que provocó una recesión técnica en los primeros seis meses.