Textileras incursionan como proveedores automotrices

Alrededor de 16 empresas textileras de Puebla ya diversificaron su negocio hacia la industria automotriz que opera en el país. Son proveedoras de tercer nivel, que abastecen desde textiles para bolsas de aire, vestiduras o telas para cajas de velocidad, hasta textiles aislantes o hilos de kevlar para llantas, dice José Miguel Brito, dueño de Textiles Brito y presidente de la Cámara de la industria Textil Puebla-Tlaxcala.

Brito, por ejemplo, vende una cinta de refuerzo para las orillas de las fundas de los asientos. "Le surto a una empresa que es proveedora de Volkswagen, Mercedes Benz y BMW", dice el líder gremial. Este negocio ya representa 5% de las ventas de su empresa.

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Un auto tiene 33% de componentes textiles, "así es que representa una gran oportunidad para las empresas nacionales", dice Alfonso Juan Ayub, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).

Sin embargo, advierte Ayub, no es fácil incursionar, pues hay que cumplir con certificaciones, calidad, volumen y precio. "Entrar puede tomar entre seis meses y un año", comenta.

En los últimos tres años, ocho armadoras anunciaron siete plantas en el país: Nissan, Honda, Mazda, Mercedes Benz, BMW, Kia y Toyota. Tras la depreciación del peso frente al dólar, el sector aceleró la búsqueda de proveeduría local para mantener costos competitivos.

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Jorge Moreno, distribuidor de maquinaria textil, explica que a partir de 2012 algunos clientes le solicitaron adecuaciones a las máquinas para poder diversificar sus operaciones hacia el sector automotriz.

"Una empresa que hace tela para camisas puede aprovechar los mismos equipos para fabricar tapicería automotriz, por ejemplo. Sólo que hay que ajustar algunos aditamentos a la máquina", explica.

Según Moreno, la inversión promedio de estos ajustes es de 20,000 euros, alrededor de un tercio del valor de la máquina.

Entre los beneficios que las empresas encuentran al insertarse como proveedores del sector automotriz es que se negocian contratos por cinco años. "Esto te da mayor estabilidad", dice Brito.

Además, el líder gremial asegura que "una vez que demuestras capacidad de proveer al mercado automotriz, tus clientes te recomiendan y accedes a nuevos clientes".

El reto que enfrentan los proveedores automotrices es que las armadoras solicitan cada año una reducción en los precios de los insumos.  

Descartan impacto por VW

Los textileros poblanos descartaron afectaciones por una posible caída en la producción de la planta de Puebla de Volkswagen , luego del escándalo en el que se vio envuelta la firma por alterar los resultados de emisiones de motores a diésel de algunos modelos como el Jetta, Beetle y Golf.

"(La armadora) aún no ha dicho nada, aunque sabemos que existe el riesgo de una baja en la producción y, obviamente, si se venden menos coches, se venderán menos bolsas de aire y, en consecuencia, menos textiles. Pero esa demanda será absorbida por otras marcas", asegura Brito.

El líder gremial explicó que generalmente una empresa provee a varias marcas. "Probablemente bajen los pedidos de (la planta de) Puebla, pero subirán los de otros clientes", comentó.