Tras registrar pérdidas por primera vez en once años, Nissan anunció un plan mejorar la eficiencia en costos que incluye la reducción de un 20% de su capacidad de producción hasta marzo de 2023.
Con el plan, el fabricante de automóviles japonés, afectado por la crisis del coronavirus, espera disminuir alrededor de 300,000 millones de yenes, unos 2,800 millones de dólares, en costos fijos, hasta marzo de 2021.
Luego de la estrategia anunciada previamente para compartir la fabricación global de autos con sus socias Renault y Mitsubishi Motors; Nissan anunció hoy que cerrará plantas en España e Indonesia, dejará el mercado surcoreano y cesará de vender el modelo Datsun en Rusia.
En América del Norte, la compañía ajustará su producción pero sin cerrar plantas y centrándose en la fabricación de modelos estratégicos. Además se retirará de Corea del Sur. En Asia, ya había anunciado en marzo el cierre de una fábrica en Indonesia.
En una conferencia en línea, el presidente y CEO de Nissan Motors, Makoto Uchida, no quiso dar la cifra total de los nuevos recortes de empleos y dijo que hay negociaciones en cada país con representantes del personal.
Hasta 2019 Nissan tenía 138,900 empleados en todo el mundo. En julio, la compañía ya había anunciado su intención de reducir en 10% su capacidad de producción para marzo de 2023, lo que implicaba eliminar unos 12,500 empleos en el mundo.
"Haré todos los esfuerzos por regresar a Nissan al camino del crecimiento", dijo el presidente ejecutivo Makoto Uchida, y añadió que la compañía ha aprendido de errores pasados en la búsqueda por ganar participación de mercado global a cualquier costo.
Actualmente Nissan tiene capacidad para fabricar siete millones de vehículos al año, dos millones más que los que vendió en 2019, una sobreproducción que genera enormes costos fijos y afecta mucho a su rentabilidad.