Cuenca de Burgos, beneficios para unos cuantos
Aun cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) invirtió cerca de 7,000 millones de dólares en la última década para detonar proyectos de gas natural en la Cuenca de Burgos, los beneficios económicos, sociales y ambientales son escasos para cientos de comunidades de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
“Se han licitado y adjudicado nueve contratos de obra pública financiada en la Cuenca de Burgos, de los cuales ocho continúan en operación”, señala Alejandro Dávila Flores, director del Centro de Investigaciones Socioeconómicas de la Universidad Autónoma de Coahuila.
La inversión autorizada por la petrolera mexicana en los últimos 10 años asciende a 6,825.4 millones de dólares, los cuales se generaran 7,585 empleos directos y una producción diaria máxima de 867 millones de pies cúbicos de gas natural, revela el estudio Impactos económicos del aprovechamiento de los yacimientos de gas natural de la Cuenca de Burgos mediante el esquema de contratos de obra pública financiada.
La Cuenca de Burgos se aloja bajo una superficie de 50,000 kilómetros cuadrados en la franja fronteriza de Tamaulipas, Nuevo León y una pequeña fracción de Coahuila con Texas, así como a lo largo del litoral del estado de Tamaulipas.
Según el académico, la manera en que están operando los contratos de obra pública impide la creación de suficientes fuentes de trabajo y una alta explotación de gas.
El especialista recuerda que los costos ambientales y socioeconómicos se focalizan localmente, además de que la totalidad de la renta derivada de la extracción del gas natural queda en manos de Pemex y no de las comunidades de la zona de Burgos.
Agrega que una forma de solventar que las metas como generación de empleos, riqueza, entre otras, será mediante el establecimiento de regalías pagaderas por Pemex en favor de los gobiernos municipales, en los cuales se localizan los yacimientos de gas natural explotados. Y mucho de ellos no cuentan con recursos para la obra pública ni para la seguridad de la ciudadanía.
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“El esquema de regalías se utiliza en varias partes del mundo para repartir las rentas vinculadas con la explotación de recursos naturales no renovables, en particular en la extracción de petróleo y gas natural, independientemente de las diferencias en los regímenes de propiedad, ya propiedad privada, de gobiernos provinciales o federales”, dice Dávila Flores.
El académico puso de ejemplo a Alberta, Canadá, en donde el gobierno de esa provincia detenta los derechos de propiedad sobre la gran mayoría de los hidrocarburos; y ha establecido regalías de 30% para los gases butano y propano, de 40% para el pentano y tasas que fluctúan entre 5% y 36% para el metano y el etano.
La última regalía se aplica a través de una fórmula que toma en consideración los precios del gas, las cantidades producidas y la profundidad de la cual se extrae el energético, explica.
“Para el cálculo del monto de las regalías en la Cuenca de Burgos podría emplearse una tasa de 30% sobre los ingresos netos, utilizando una fórmula similar a la empleada en Alberta para determinar las regalías que se pagan al gobierno provincial por la explotación del petróleo contenido en las arenas bituminosas”, comenta.
El director del campus universitario afirma que las regalías deben canalizarse para su aplicación exclusiva en programas para corregir las disparidades regionales de ingreso, cerrar las brechas en el acceso a servicios de infraestructura básica, mitigar el impacto ambiental y manejar adecuadamente los riesgos vinculados con la producción, conducción y transporte del gas natural.
