Senadores aplazan discusión de reforma energética
Senadores mexicanos decidieron retrasar el inicio del debate de las leyes secundarias de una reforma energética clave para el Gobierno, luego de que el principal partido de oposición condicionó su voto a que primero los estados adopten una reforma política.
El conservador Partido Acción Nacional (PAN) constituye la segunda fuerza en el Congreso y su respaldo es vital para el presidente Enrique Peña Nieto, quien busca hacer avanzar sus proyectos sin una mayoría absoluta en las cámaras.
Los senadores habían aprobado la semana pasada un calendario para votar en comisiones entre el 6 y 17 de junio las leyes que reglamentan la controversial reforma, avalada en diciembre y que plantea abrir el estratégico sector de los hidrocarburos a la participación de empresas privadas.
Pero los legisladores decidieron el miércoles mover la discusión de todas las iniciativas de la reforma a entre el 10 y el 23 de junio, para hacer una votación a más tardar el 25 de junio, con la que enviarían al Pleno del Senado la iniciativa para su aprobación.
La agenda de discusión previa había generado duras críticas, sobre todo de la izquierda que asegura que algunas fechas se cruzaban intencionalmente con los encuentros de la selección mexicana en el Mundial de fútbol, en lo que decía era un intento del Gobierno por distraer la atención del debate.
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El líder de los senadores del PAN, Jorge Luis Preciado, había dicho que la intención era presionar a los estados a que implementen en sus legislaciones los cambios propuestos en la reforma político electoral antes de los comicios locales del próximo año.
Pero el miércoles, el senador panista Salvador Vega dijo que su propuesta "está en función de que las leyes salgan bien", y desestimó que se trate de una medida de presión.
El plan de los parlamentarios es que una vez que las leyes secundarias queden aprobadas en comisiones, los plenarios de las cámaras irán a un periodo extraordinario de sesiones antes de que inicie el próximo periodo ordinario el 1 de septiembre.
Con las normas reglamentarias de energía se espera que la petrolera estatal Pemex concrete alianzas con grandes firmas del sector, impulsando la estancada producción local de crudo, pese a la oposición de la izquierda que asegura que se entregará la industria a manos extranjeras.
Peña espera que con su programa de reformas, incluida una a las telecomunicaciones, la economía de México comience a crecer a tasas de más de un 5 por ciento anual, frente a una expansión del 2.7 por ciento que el Gobierno proyecta para este año.